Veinticuatro

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Quizá había sido el sentimiento de desesperación que sentía, por regresar a casa, por permanecer a solas, con Taehyung y Jungkook, que como efecto colateral hizo que sentimientos anteriores de resentimiento y confusión, se desvanecieran.

Tal vez en días anteriores me hubiera negado totalmente a la idea de incluso volver hablar con Taehyung, incluso a pesar de que mi corazón y mi cuerpo clamaban inconscientemente su nombre, y si, muchas veces mis desiciones podían ser excesivamente radicales, sin embargo, siempre me había escudado en la idea de que lo hacía por mi bien, qué así al final y al cabo mi corazón no saldría lastimado, pero junto a él muchos principios que tenía marcados, que había llevado toda mi vida, parecían tambalear.

Horas antes mi resentimiento con él era evidente sin embargo, luego de salir casi huyendo de la casa de los abuelos de Taehyung, al subir en el auto, y sentarme junto a este en el sillón trasero, al sentir su mano sobre mi rodilla, parte de mi quiso que este subiera más su mano, mi piel quemaba y sentía que solo él podría tratarla, mi cuerpo lo había extrañado, lo había extrañado demasiado.

Tal vez fue la forma en la que sus dedos jugaron con el borde de mi vestido tirándolo un poco y dando leves caricias sobre la tela, o como luego arrimó su cabeza en mi hombro restregándose sobre el mismo, como una pequeña mascota rogando por cariño, que al final hizo que las comisuras de mis labios se levantaran, inconsistentemente.

Mi sonrisa, no fue notada por Taehyung, sin embargo, gracias al retrovisor y a la mirada curiosa de Jungkook, me sentí descubierta, aunque este solo se limitó a guiñarme un ojo, casi como si por medio de un lenguaje psíquico me dijera que guardaría mi secreto, negué con la cabeza, pero no renegué por su comportamiento y es más hasta deje escapar un suspiro casi de resignación, en definitiva ya no estaba enojada, ese par habían hecho que mis escudos de defensas bajaran.




Al llegar al departamento de Taehyung, a pesar de que en el auto repase un par de cosas que quería decir, supe que en mi cabeza todo aquello fue borrado, mucho de lo que pensaba no tenía sentido, sin embargo una idea llegó a mi cabeza, una idea qué tal vez consistía en probarlos a ellos o hasta incluso a mi misma, tal vez la prueba de fuego que lo definiría todo.


Así fue como acabamos los tres sentados uno frente al otro, sin decir ni una sola palabra, sabía que al final y al cabo no hablaríamos, no por qué no quisiéramos, sino por que ni siquiera estábamos seguros de por donde empezar, Taehyung no sabía mucho sobre el tema así que su silencio se justificaba por eso, sin embargo Jungkook y yo aún cruzábamos miradas de vez en cuando.

Por la mañana había necesitado un par de tazas de café para obtener energía, y ahora sentía que un mejor aliado sería el alcohol.

Aquello, no tomó mucho tiempo, tan solo tuvimos que buscar en la despensa de Taehyung para encontrar un par de botellas.

Para ese momento habíamos bebido un par de copas, o al menos las suficientes como para que la sagacidad que caracterizaba tanto a Jungkook saliera, a veces podía ser muy callado pero luego de tomar algo este se volvía más risueño y su lengua se desataba más de lo normal.

En cambio Taehyung había decidido cambiar de asiento, colocándose a mi lado una vez más.

-Vamos Ann, se que algo ronda en tu cabeza, ¿que es?- cuestionó Jungkook sin rodeos, tan directo como siempre, acción que solo me hizo soltar una carcajada, claro que habían muchas cosas en mi mente, y en mayor parte él era el culpable de la mayoría.

Mi cabeza era como una balanza de sí y no, a veces se inclinaba por algo y luego por otra cosa, tal vez el patrón y el peso eran las circunstancias que me rodeaban, sin embargo hasta yo lo sentía impredecible.

CRUMBLE |+18| JJK |KTHTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang