Capítulo 28

41K 2K 955
                                    


Noche de chicas. 

Estaba preparándome para salir, Bettany me había llamado esta tarde para invitarme a salir con ella y una de sus amigas de copas. Pero era tremendamente difícil subirme la cremallera de mi vestido teniendo a Joseph besándome el cuello. De un momento a otro sentí un leve dolor en la zona.

- Mira qué lindo me ha quedado, así todos sabrán que ya tienes dueño.

- JAJA, muy gracioso. ¡Cómo se supone que voy a salir con esta marca que se ve a 3km de distancia! - me quejé frotando el chupetón que me hizo Bridget.

- ¡Exagerada!

- ¡Posesivo!

- ¿Qué has dicho? - preguntó con una mirada amenazante pero fingida.

- ¡Nada nada! - comencé a correr escaleras abajo, con mis pies aún descalzos y pude escuchar cómo me seguía, notando automáticamente un cosquilleo en mi espalda baja.

Me dio tiempo de llegar hasta el sofá, pero no de salir del piso como lo había planeado. Joseph era mucho más rápido. Me agarró por la cintura y me atrajo hacia él, invadiendo mis labios una vez más. Desde mi cumpleaños se ha vuelto mucho más cariñoso, justo a tiempo, porque ya empezaba a pensar que ese hombre tenía el corazón congelado como un glacial. Sus manos recorrían mi cuerpo como por primera vez y le encantaba juguetear con mis glúteos.

- Un rapidito, antes de que te vayas. – susurró en mi oreja, apunto de morderme el lóbulo.

- No. Ya lo hemos hecho dos veces esta mañana, estoy cansada.

- No hace falta ni que te muevas cariño, sólo ábreme para que pueda entrar. – insinuó ahora mirándome a los ojos.

- He dicho que no. Además me acabo de duchar, no quiero oler a sexo y más cuando voy a salir.

- Aburrida.

- Intenso.

- Te dejaré ir, sólo porque llegas tarde.

- ¿Tarde? – solté incrédula. Miré el reloj de pared de la cocina y estaba en lo cierto, tenía 3 minutos para llegar al club y era obvio que no lo lograría.

- Bye. – solté rápidamente dándole un beso en la mejilla y me sonrió a cambio.

Salí y bajé para sentarme en el coche que conducía el chofer de Bridget. Nunca había tenido una noche de chicas, por lo que estaba emocionada como una adolescente. Aún no conocía a una de ellas, pero sabiendo cómo era Bettany estaba segura de que no me iba a encontrar con una rubia superficial. Llegamos allí y aun no veía a la misteriosa desconocida. Sólo estaba Bettany con el ceño fruncido, realmente llegué con retraso, pero al acercarme a ella enseguida entendí que lo hacía de broma.

- Estoy tan feliz de verte, ya era hora de que salieras un poco de la cueva. Te la pasas en casa o en galas con gente pretenciosa. Ahora verás lo que cambia la cosa con una buena compañía. – comentó guiñandome el ojo.

- Eso no lo dudo. ¿Tu amiga no pudo venir?

- Si, si ya está aquí desde hace un buen rato. Le dio tiempo a beberse dos tragos sin nosotras. Pero no te preocupes, ya la regañé por eso. Allí viene, creo que os vais a llevar bien. – informó Bett señalando en dirección a los aseos.

Una mujer de unos 34 años nos saludó con la mano, concretamente a mí, mientras se acercaba con una sonrisa en sus labios, pintados perfectamente con un rojo vivaz. Yo opté por un color mucho más discreto, pero me gustaba su elección. Tenía un look lleno de lentejuelas, pero el vestido era acorde con su edad, nada hortero o vulgar.

Mi dueño y jefe © (+18)Where stories live. Discover now