Capítulo 19

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Desayuno servido. 

Me desperté con la sensación de que algo me faltaba. Al palpar el otro lado de la cama me di cuenta de que Joseph ya no estaba allí. Por un microsegundo me asusté y me dió tiempo de pensar en cualquier posibilidad desastrosa. ¿Y si él volvía a ser distante? ¿Estaría agresivo como la última vez que intimamos? Mi yo interior me aconsejó no ser pesimista y levantar mi culo de la cama para comprobarlo por mi misma.

Sorprendentemente lo primero que percibí al poner mis pies sobre el parquet fué un olor delicioso a pancackes recién hechos. Agarré la sábana para cubrir mi desnudo cuerpo y baje las escaleras, tenía un pequeño escozor entre mis piernas como consecuencia de la noche anterior. En la cocina me encontré con la silueta de Bridget preparando el desayuno en bóxer y una camisa blanca con todos los botones desabrochados. Estaba sexy a más no poder. Me acerqué abrazándolo por detrás.

- ¡Buenos días! - saludé y con mi mano agarré una de las fresas que decoraban el plato. Joseph me dió una pequeña palmada y tuve que soltarla. - Auch, sólo quería comerme una.

- Ni una ni media. Cuando tengas el plato sobre la mesa podrás comerte todo lo que quieras. - solté un mini gruñido ante sus palabras y él me hecho nata montada en la mejilla.

No tardó en acercarse y pasar su lengua por aquella zona, relamiéndose los labios después. ¿Me estaba provocando? En ese caso podíamos jugar los dos. Solté la tela que me cubría y me senté encima de la encimera abriéndome de piernas. Él me agarró cada una de ellas y las manoseo con ganas. Le di un toque.

- Ah, no, no, no. Hasta que el plato no este donde toca está prohibido ponerle mano. ¿No lo dijiste tú? - sonreí con picardía y le guiñe el ojo.

- Ui. Cariño eso se arregla muy rápido. - dejó escapar antes de agarrarme y tumbarme sobre la mesa del comedor.

Creía que este tipo de situaciones sólo pasaban en el porno. Esto era mil veces más candente que hacerlo en la cama, por lo que como podrán imaginar ya estaba húmeda. Por mis piernas se deslizaban aquellas gotas de flujo que lo indicaban.

- Mi pequeña, ya estás toda mojada. Creo que es hora de darte lo que tanto deseas. - se bajó el bóxer y rozó nuestras intimidades.

Yo solté un ahogado gemido al sentir su calor contra mi vagina. Estaba muy duro. Lo ví tensar la mandíbula, lo hacía siempre que intentaba contenerse. Del bolsillo de su camisa sacó un condón y se lo puso lo más rápido que pudo. Estaba acostada en el borde de la mesa, por lo que mis piernas colgaban y el las agarró para colocarlas alrededor de su cintura. Entró en mi justo cuando estaba desprevenida y esa sensación de plenitud invadió mi cuerpo. Arqué mi espalda y él me cogió de los pechos para amasarlos. Se inclinó hasta quedar frente a frente y me besó. Primero con pasión y luego con cariño.

La mesa se movía de un lado a otro y aquella mezcla de ruido con gemidos, jadeos y besos obscenos llamó la atención de Rufus. Sus patitas se escuchaban por el parquet y enseguida estaba al lado de Joseph ladrando como endemoniado. Era como un hijo pillando a sus padres en el acto carnal. Era un animal, lo sé, pero me sonroje de cualquier manera. Él lo miró amenazante y movía la mano de un lado a otro para que el perro se fuese. Y todo eso mientras seguía penetrándome, incluso aumentó el ritmo. Me aferré a los bordes de la mesa. Aquella postura permitía que entrase profundo tocando mi zona G.

El cosquilleo se hacía notar más y más a medida que las embestidas se hacían más fuertes. Nos miramos a los ojos, los dos estábamos sudando, aguantando para no llegar a nuestro límite tan pronto. Mis pezones estaban endurecidos y el jugaba con ellos entre sus dedos, los cuales humedeció con mi saliva. Guau, verdaderamente éramos compatibles, si tan sólo fuese igual en el amor. Nos deseábamos en el sexo y nos tolerábamos en la vida real. Una combinación que tenía pinta de tener un final desastroso. Sin embargo mi mente estaba demasiado nublada por el clímax como para pararme a pensar en este tipo de cuestiones.

Mi dueño y jefe © (+18)Where stories live. Discover now