24. Calma que precede a la tempestad

1.4K 208 21
                                    


















CAPÍTULO VEINTICUATRO

【Calma que precede a la tempestad】

     Ante los gritos de Leo todos, excepto Hazel, salieron a la cubierta, entusiasmados por presenciar la pelea

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Ante los gritos de Leo todos, excepto Hazel, salieron a la cubierta, entusiasmados por presenciar la pelea. Está demás decir que el entrenador Hedge era el que estaba más ansioso por ver el combate.

Jason estaba en lo cierto al decir que, en todas las peleas que habíamos tenido, él siempre salía invicto. Sin embargo, yo no podía evitar aceptar un combate cada que salía el tema. No vacilaba y simplemente aceptaba. Me causó conflicto que Némesis no me haya dicho que el orgullo era mi defecto fatídico, porque yo sabía que era una persona bastante orgullosa.

- ¿Mei, si apuesto por ti me darías un beso? -escuché decir a Leo.

- Deja de molestarla, Bob el constructor -gruño Percy en su dirección.

- Bien si no vas a aceptar, entonces apuesto una guardia a que gana Jason -dijo Leo, ignorando el sobrenombre que Percy le puso.

- Hecho -dijo Frank, aceptando su oferta sin pensarlo.

- Nunca subestimes a una hija de Hécate, Capitán -dije sin apartar la vista del hijo de Júpiter. Me sentía confiada porque en los meses que Jason había desaparecido me mantuve practicando todo el tiempo que podía. Una parte de mi sabía que podía ganarle.

- Tú tampoco deberías subestimarme -añadió Jason.

Casi podía ver pequeños relámpagos en los ojos azules que tenía enfrente, reluciendo e intimidando al mismo tiempo. Sin embargo, eso no me hizo retroceder.

- ¿Lista? - preguntó Jason, levantando su arma.

- Nací lista.

Nuestras espadas chocaron, haciendo una cruz frente a nuestros rostros. Chirriaron y sacaron chispas debido a la fricción del acero. Nuestros movimientos eran ágiles y precisos, demostrando lo que cada uno había aprendido en el campamento. Las gotas de sudor no tardaron resbalar por mi rostro y mi ritmo cardiaco se elevó.

Un movimiento en falso y Jason logró desarmarme, mi espada cayó a unos cuantos pasos de donde yo me encontraba. Cuando quiso contraatacar, lo detuve con mis brazales. El impacto contra mi armadura hizo que retrocediera un poco. Aprovechando aquello, le di una patada en el pecho y él cayó de bruces contra el suelo. Jason se levantó sin problemas e iba tirar su espada para hacer un combate justo, tal y como lo hacían antes los gladiadores para mostrar honor en una pelea. No obstante, se retractó cuando, en un movimiento veloz, rodee sobre el suelo y tome de nuevo mi espada.

- Creí que habías dicho que me vencerías, frater meus-lo provoqué.

- Estoy dándote ventaja, sororea -respondió con burla.

UNSTOPPABLE ━━Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora