❝No puedo dejar de mirar esos ojos oceánicos ❞
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Basado en la saga los Héroes del Olimpo de Rick Riordan
Preciosa portada hecha por la diosa @K-karmaa❤️❤️
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Haber buscado durante horas para que al final del día su propio nombre fuese la pista de donde encontrarlas me hizo sentir muy mal.
Percy nos dijo que le había prometido a Reyna buscar a su hermana y pedirle ayuda para el Campamento Júpiter. Así que nos desviamos un poco para buscar a las Amazonas, en su sucursal de Amazon, qué gran chiste, ¿no?
Reyna apenas me había mencionado a su hermana Hylla, así que conocerla sería algo nuevo tanto para mí, como para Percy, Hazel y Frank. Una parte de mi deseo que fuera como Reyna, aunque luego lo descarté por completo. Tal vez Hylla podría ser más amigable y es que vaya que me costó hacerme amiga de Re.
Mi respuesta sobre cómo sería el comportamiento de las amazonas llegó después de que Percy preguntara a Kinzie, la chica de la recepción, por Hylla. Ella le contestó dándole una patada tan fuerte a Frank que éste salió volando metros atrás y en unos segundos ya estaba sobre Percy con la espada sobre su garganta. Justo cuando Hazel y yo íbamos a atacar, una docena de chicas apareció rodeándonos con el arco en mano, apuntándonos.
Como era de esperarse nos quitaron todas nuestras armas, sin reparar en mi laza, por lo que mi brazalete dorado continuo sobre mi brazo derecho y aun si me lo hubieran quitado, siempre contaba con mi magia.
Descendimos varios pisos que me habían comenzado a doler los pies. El lugar era una especie de fábrica, pequeños y enormes paquetes iban y venían de un lado a otro. Y no pude no percatarme de que también había hombres... con collares de hierro.
Aunque las chicas afirmaron que no eran esclavos, sino que ellas solo dejaban en claro su posición, yo aún seguía teniendo mis dudas. Además, Percy y Frank no tenían permitido hablar, los dos iban sujetos, cada uno por dos amazonas.
Al menos aun no les prohibían respirar.
A diferencia de ellos Hazel y yo íbamos a un lado de Kinzie, casi caminando tan libremente como cualquier amazona. Después de una larga caminata entramos a lo que parecía una especie de almacén, al final de este había un estrado construido por pilas de libros. Al pie de los escalones había varias amazonas vestidas de camuflaje entablando una acalorada discusión mientras una joven observaba y escuchaba desde su trono. No tenía que preguntarlo, era obvio que era la hermana mayor de Reyna, su parecido era hablaba por sí solo.
