❝No puedo dejar de mirar esos ojos oceánicos ❞
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Basado en la saga los Héroes del Olimpo de Rick Riordan
Preciosa portada hecha por la diosa @K-karmaa❤️❤️
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Esto era un mal plan.
Lo odiaba.
Yo me había ofrecido, pero Percy se negó rotundamente.
La apuesta era esta: Percy le había dicho al viejo sobre los frascos de gorgona. Fineas acepto tan entusiasmado como lo había dicho Ella, a cambio él escribiría la ubicación exacta de la guarida de Alcioneo y dejaría a las arpías en libertad. Percy por su parte dijo que si Fineas ganaba nosotros lo dejaríamos en paz.
El hijo de Poseidón sacó su espada para limpiar la mesa antes de poner los dos frascos. Parecía demasiado concentrado.
Yo en cambio estaba nerviosa. Las probabilidades a favor del chico ojos lindos eran horribles, pero también lo eran para Fineas.
Hubo un pequeño temblor haciendo que el frasco izquierdo se moviera un poco más y Fineas lo tomó inmediatamente, por lo que Percy no tuvo más remedio que agarrar el otro y luego, ambos bebieron al mismo tiempo.
Casi al instante Percy se inclinó desestabilizándose.
— ¡Percy! —grité preocupada, un aura roja lo rodeo para mantenerlo de pie. Me acerque y pase una mano por debajo de su hombro.
Parecía respirar con dificultad y, de repente, se irguió poniéndose derecho al mismo tiempo que Fineas se encorvaba, como si le hubieran dado un puñetazo.
— ¡Soy demasiado valioso! —grito al tiempo que se llevaba las manos a la barriga.
Le empezó a salir humo de la boca. Un vapor amarillo pálido brotó de sus orejas, su barba y sus ojos ciegos. Se giró echando humo y desintegrándose poco a poco hasta que no quedó nada más que una vieja y manchada bata y unas zapatillas de conejitos.
— Este es el botín de guerra más asqueroso de la historia —dijo Frank con una mueca en el rostro.
— Ha sido o lo más valiente o lo más tonto que he visto en mi vida —exclamó Hazel asombrada.
— Estoy de acuerdo —dije aun debajo del brazo de Percy, él no parecía dispuesto a separarse así que yo tampoco.
— ¿Cómo lo has sabido, Percy? —Frank movió la cabeza con gesto de incredulidad— Estabas seguro de que elegiría el veneno.
— Gaia —contestó Percy— Quiere que llegue a Alaska. Piensa... No estoy seguro. Piensa que puede utilizarme como parte de su plan. Ha influido en Fineas para que eligiera el frasco incorrecto.
— ¿Gaia mataría a su propio sirviente antes que a ti? —exclamé horrorizada. Ahora sí me separé de él, bajo su atenta mirada— ¿Ese era tu plan?
