❝No puedo dejar de mirar esos ojos oceánicos ❞
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Basado en la saga los Héroes del Olimpo de Rick Riordan
Preciosa portada hecha por la diosa @K-karmaa❤️❤️
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El icor dorado, la sangre de los inmortales, brotaba de las heridas de Polibotes, pero él no reparó en ellas. Además, los cortes que le habíamos logrado hacer comenzaban a cerrarse. Apreté la mandíbula, si seguíamos a este ritmo solo conseguiríamos cansarnos, más de lo que ya estábamos y ser una presa fácil de atracar y, destrozar.
- Buen intento, semidioses -gruñó Polibotes- Pero los destruiré de todas formas.
Percy me dio una mirada de complicidad, señalando lo que teníamos que hacer a continuación. Y las siguientes palabras que salieron de su boca me ayudaron a entender mejor lo que tenía en mente.
- Primero tendrás que atraparnos -dijo.
Lo único que tenía claro es que debiamos que correr y fue justamente lo que hice. Percy huyó hacia el perímetro urbano y fue entonces que supe cuál era su plan. Y es que un gigante solo podía morir a manos de un dios y un semidios. Ambos peleando juntos.
No me había dado cuenta, pero los romanos habían vencido. Ahora, formaban un círculo alrededor de todo el espectáculo que Percy estaba haciendo.
- ¡Término! -grito Percy. La estatua del dios al que había llamado se encontraba a unos veinte metros más adelante. Sus ojos de piedra se abrieron de golpe cuando vio que Percy corría hacía él- ¡Ayúdame a matar al gigante!
- Esto es inaceptable -gruño Término.
Cuando el gigante llegó a la línea del pomerio, Percy se hizo a un lado de un brinco, como un torero. Polibotes atravesó a toda velocidad los límites de la ciudad.
- ¡Eso va contra las normas! -bramó Término.
Polibotes frunció el ceño, visiblemente confundido al ser regañado por una estatua.
- ¿Quién eres tú? -gruño- ¡Cállate!
Derribo la estatua y se volvió hacia Percy.
- ¡Ahora si estoy cabreado! -grito Término- Te voy a estrangular. ¿Lo notas? Son mis manos alrededor de tu cuello, pedazo de matón. ¡Ven aquí! Te voy a dar un cabezazo tan fuerte que...
- ¡Basta! -Polibotes piso la estatua y partió a Término en tres trozos: pedestal, cuerpo y cabeza.
- ¡NO HAS ACABADO CONMIGO! -rugió Término- ¡Trato hecho, Percy Jackson! Vamos a matar a este presuntuoso.
El gigante se rió tan fuerte que no se dio cuenta de que Percy estaba a punto de atacarlo, el hijo del dios del mar clavo a Contracorriente hasta la empuñadura sobre una de las aberturas del peto de Polibotes, el cual retrocedió cayendo al suelo con gran estruendo.
