22. Bajo las estrellas

1.6K 215 40
                                    






















CAPÍTULO VEINTIDÓS

【Bajo las estrellas】

     Desperté con un terrible dolor de cabeza

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.







Desperté con un terrible dolor de cabeza. Y antes de que me pusiera a llorar por el recuerdo que había tenido, alguien habló a mi costado.

- ¡Dioses, Mei! Que bueno que ya hayas despertado. Comenzábamos a preocuparnos -dijo Piper mientras me inspeccionaba.

- Nos has dado un susto, chica -escuche decir al entrenador Hedge- No sabia que hacer contigo, no parecías herida. Excepto por las quemaduras en tus muñecas, pero esas las cure enseguida.

Di un vistazo a través de la habitación. Estaba en la enfermería y tenía las miradas de todos encima, como si fuera alguien del otro mundo.

- ¡Jason! -un grito de alivio salió de mis labios a la vez que me abalanzaba sobre él. Importándome poco el dolor de cabeza que aun sentía- Perdóname, se supone que debía cuidar tu espalda.

- Tranquila, Mei -dijo devolviéndome el abrazo, sobándome la espalda con cariño- Estoy bien, a pesar de que mi cabeza creció un poquito.

Me separe de él para examinar su cabeza, buscando una herida de gravedad. De verdad que me sentía muy mal.

- De verdad estoy bien -volvió a decirme, tomando mis manos, bajándolas. Su rostro mostró preocupación en cuando vio las cicatrices que tenía en ambas muñecas- Por Júpiter, ¿Qué te pasó en el brazo, Mei?

Mi brazo izquierdo parecía el más afectado, dado que la quemadura parecía más grande. Sin embargo, comenzaba a sanarse debió a la pasta verde, hecha de plantas, que el entrenador Hedge había preparado.

- Al parecer un pequeño recordatorio de mi promesa. Comenzó a quemarme cuando no estaba haciendo nada por ayudarte...

- ¡Pero ayudaste a los dos! -exclamó Piper en mi defensa- Jason pudo pulverizar a Percy sin tu hechizo de protección. O de lo contrario, Percy pudo haber hecho picadillo a Jason.

Agradecí internamente las palabras de consuelo de Piper, pero no lograron contribuir a que me sintiera menos culpable. Escuchar el nombre del hijo del dios del mar hizo que lo buscara con la mirada. En cuanto lo encontré, también le di un abrazo.

- Me alegra que estes bien -expresé. En ese momento no me importaba que la hija de Atenea me apartara a espadazos. Percy devolvió el abrazo.

- Gracias, pero ¿Qué hay de ti? -cuestionó- ¿Qué te pasó?

Parpadeé un poco, recordando de nuevo lo que me había mostrado Gaia, las imágenes recorrieron mis pensamientos, una y otra vez. Al no recibir respuesta, Percy se apartó de mí. Lo suficiente para enfrentarme con la mirada, sin dejar esa expresión de preocupación en el rostro. Cuando vio que no le iba a responder ni su pregunta ni su mirada inquisidora, volteó a ver a Piper en busca de respuestas.

UNSTOPPABLE ━━Percy JacksonWhere stories live. Discover now