35. Secretos que matan

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CAPÍTULO TREINTA Y CINCO

Secretos que matan

     Estaba condenada

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Estaba condenada.

Y esto qué estaba pasándome me hacía entender que fui una ilusa que se aferró a la posibilidad de creer que ya había pagado su condena. De creer que por fin las desgracias que me atormentaban se habían acabado, que mis errores cometidos en el pasado ahora solo eran una pequeña mancha en mi vida.

Pero no fue así.

La pequeña mancha solo comenzó a crecer en mi interior, marchitándome. Trayendo consigo momentos que no hacían nada más que evitar que volviera a ponerme de pie.

¿Podría levantarme una vez más?

No lo sabía, pero mi esperanza se pudría con cada segundo que pasaba, no podía seguir aferrándome a la vida. Este era el destino cruel que me tocó vivir y tenía que pagar por mis errores.

Y por eso me deje caer.

Y deje que la muerte me abrazará y le pusiera fin a todo esto.





























Horas antes...


Los cinco semidioses miraron en todas las direcciones, desesperados por buscar una salida que desafortunadamente no había. La escalera por la que minutos antes habían bajado desapareció. Lo único que continuaba con su habitual movimiento era el agua que seguía saliendo de los nichos, pronto hundiría el lugar y ahogaría a cualquiera que estuviera en él.

Percy quiso buscar una salida en las profundidades, desafortunadamente solo encontró desesperación al no ser capaz de respirar bajo el agua. Y es que el agua no era normal, pues había sido maldecida por la fuerza vital de las ninfas: venenosa y maléfica.

Cuando el agua alcanzó sus cuellos fue el momento de aceptar la idea de Jason de invocar un rayo que pudiera tirar el techo, lástima que tuviese el efecto contrario. El techo se agrieto y en lugar de venirse abajo comenzó a llover a cántaros haciendo que el lugar se llenará más rápido.

En un segundo, sus cuerpos comenzaron a cansarse, los párpados les pesaban y era difícil mantener la conciencia. El agua estaba absorbiendo sus poderes y su energía. A este paso terminarían como las ninfas.

- No puedo controlarla -gritó Percy con desesperación tratando de empujar el agua.

- ¡Cassian, sácanos de aquí! -pidió Mera.

- ¡No puedo! -respondió el hijo de la noche con impotencia- Las ninfas han hecho algo para que no pueda usar el viaje por las sombras.

Piper tomó el control de la situación, había logrado idear un plan, aunque no estaba segura si funcionaria. Pidió a todos que tomaran entre sus manos la cornucopia, con la ayuda de los cuatro podrían transformar el agua venenosa en fresca. La clave era pensar en agua limpia y lluvia fresca.

UNSTOPPABLE ━━Percy JacksonWhere stories live. Discover now