14. Demuestra tu valor

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- ¡Jamás vencerás! -gruño Polibotes- No puedes derrotarme tú solo.

- No estoy solo -contesto Percy- Te presento a mi amigo Término. ¡Es un dios!

Percy me dio la señal y acto seguido la cabeza de Término salió disparada hacia el gigante bajo un aura roja. Lo lancé lo más fuerte que pude, dándole justo en la nariz. Polibotes se deshizo en un montón humeante de algas, piel de reptil y fango venenoso.

Los romanos de inmediato se acercaron a Percy para levantarlo sobre su escudo, gritando su nombre que, después de unos minutos, cambio a algo como:

- ¡Pretor! ¡Pretor!






•••







La fiesta de la fortuna se celebró al anochecer. A pesar de la agotadora batalla todo el mundo tenía la moral por los cielos tanto así que hasta los faunos se habían ofrecido para curar a los heridos mientras las ninfas iban y venían, de un lado a otro, repartiendo comida.

Los coloridos estandartes de las amazonas y de los romanos colgaban de las vigas unos al lado de los otros. El águila dorada recuperada se alzaba orgullosamente detrás de la mesa de los pretores y las paredes estaban decoradas con cornucopias: cuernos de la riqueza que soltaban cascadas de frutas, chocolate y galletas recién horneadas.

Las cohortes se mezclaban libremente con las amazonas, saltando de diván en diván a su antojo, y por una vez, los soldados de la Quinta Cohorte eran bien recibidos en todas partes.

Una vez que todos comieron y los platos dejaron de volar, Reyna dio un pequeño discurso junto con su hermana Hylla, parecía tener un brillo en los ojos y estar bastante orgullosa. Y para sorpresa de Percy, Re le dio las gracias por hacer posible sus destinos.

Percy quiso replicar que no era merecedor del puesto de pretor, pero todos lo callamos con aplausos y gritos. Reyna le dio una medalla con un águila y una capa morada. Además, Percy también consiguió que los símbolos romanos se grabaran en su brazo debido al primer año de servicio prestado: un tridente, las siglas SPQR y una raya.

Después de todo el ajetreo Hazel, Frank, Percy y yo decidimos caminar a la ciudad. Por el camino nos topamos con Término que parecía estar de muy buen humor y con Julia, la pequeña que le ayudaba. Seguimos hasta el foro, el lugar estaba iluminado con faroles multicolores que daban una vista increíble. Las fuentes emitían un brillo morado e incluso la diosa Iris debía estar de humor festivo porque cuando pasamos tranquilamente por delante del deteriorado senado, un deslumbrante arcoíris apareció en el cielo nocturno.

Durante un rato deambulamos por las calles sin decir una palabra, el silencio era algo que los cuatro disfrutábamos en estos momentos hasta que Percy me dio en pequeño empujón con su brazo. Voltee a verlo desviando mi mirada del cielo estrellado y en seguida descifre lo que me estaba tratando de decir.

Hazel y Frank no dejaban de rozarse los hombros.

No me había dado cuenta de ello y no había sentido la incomodidad debido a que yo estaba perdida en mis propios pensamientos, pero entendía perfectamente el punto que me quería decir Percy.

- Estoy un poco cansada -fingí un bostezo- Adelántense, chicos.

- Creo que yo también me iré a dormir -dijo Percy- A sido un día bastante ajetreado.

Hazel y Frank se dieron una mirada de complicidad que no me gusto para nada. Se notaba que estaban haciendo un gran esfuerzo por no sonreír por nosotros, pero sus pensamientos no podrían estar más alejados de la realidad. Nos íbamos para dejarles su momento romántico, no para que nosotros tengamos uno. Sin embargo, sus mejillas también se tiñeron de un rojo tenue.

UNSTOPPABLE ━━Percy JacksonWhere stories live. Discover now