13. Hacia la tormenta

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- Nunca dejas de sorprenderme -escuche decir a Percy a unos metros delante de mí, pero antes de poder contestarte la parte de donde se encontraba crujió y se desprendió, llevándoselo al fondo del mar.

- ¡Percy!

Mi grito fue opacado por un graznido proveniente de un grifo. Voltee justo en el momento indicado para ver como Frank cambiaba de un animal a otro y le asestaba unos cuantos golpeas a Alcioneo.

Es el hijo del dios de mar. Percy estará bien, me recordé mentalmente y luchando contra mi voluntad corrí hacia Frank y Hazel. Para cuando llegue, el fortachón había logrado derribar al gigante. Antes de dar nuestro siguiente paso, Tánatos se acercó sólo para decirnos que:

Uno, no se llevaría a Hazel.

Dos, necesitábamos alejar a Alcioneo de este lugar para poder derrotarlo, ya que aquí es invencible.

Y tres, Nico estaba vivo, pero no en muy buenas condiciones.

Luego de eso desapareció en un humo negro, sin agregar nada y sin ayudar, por supuesto.

- ¿Mei, puedes mantener la cuerda estable para que no se rompa? -preguntó Frank dándome un extremo de la soga que habíamos comprado hace unas horas.

- Yo me encargo, fortachón.

Hazel y yo nos subimos a Arion, la cuerda que estaba atada en el tobillo del gigante pronto se iluminó de una tenue luz roja. Frank se trepó al pecho de Alcioneo y Arion emprendió marcha, jalando al gigante como si se tratase de un trineo gigante y horrible.

Unos metros más adelante, y bajo la orden de Frank, corte la cuerda y Alcioneo salió disparado hacia un glaciar enorme, por suerte el fortachón había podido saltar antes de sufrir la misma desgracia.

Alcioneo se levantó a duras penas, tenía la nariz torcida y sus heridas se habían curado, pero su piel dorada había perdido parte de su brillo. Busco su bastón de hierro y cuando descubrió que se había quedado en el glaciar lanzó un grito de frustración. Pronto se dio por vencido e hizo pedazos de un puñetazo al canto rodado más cercano.

- ¿Osas usarme como trineo? -bramó y olió aire- Ese olor... a almas extinguidas. Tánatos está libre, ¿verdad? Bah, no importa. Gaia controla las Puertas de la Muerte. ¿Por qué me has traído aquí, hijo de Marte?

- Para matarte -contestó Frank con simpleza- ¿Siguiente pregunta?

Los ojos del gigante se entornaron.

- En mi vida he conocido a un hijo de Marte que pudiera cambiar de forma, pero eso no quiere decir que puedas vencerme. ¿Crees que tu estúpido padre te dio la fuerza para enfrentarte a mi cara a cara?

Hazel desenvaino su espada y en mis palmas se formaron orbes de magia roja.

- ¿Qué tal tres contra uno? -expuse con una sonrisa maliciosa.

El gigante gruño y embistió contra Hazel, pero Arion se apartó ágilmente y yo le avente una bola de magia dirigiéndola a su horrible rostro. Alcioneo se tambaleó hacia atrás. Hazel aprovecho y le dio una cuchillada en la pantorrilla con la espada. De la herida brotó petróleo negro.

- ¡No pueden matarme, con Tánatos o sin él!

Alcioneo cambio de contrincante, embistiendo contra Frank, pero él se transformó en un elefante enorme. Le dio un fuerte cabezazo que el gigante se fue hacia atrás y cayó desparramado en el suelo.

Hazel y yo desmontamos del caballo y nos situamos a lado de Frank.

- ¿Puedo? -pidió Hazel con su espada en la mano.

UNSTOPPABLE ━━Percy JacksonWhere stories live. Discover now