Shiota Nagisa - Assassination Classroom

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Contracorriente

Ir contra la corriente en Kunugigaoka era casi un pecado, era digno del aislamiento social. El miedo de ser un fracasado como los de la clase E, de no ser suficiente, siempre la carcomía por dentro, porque no creía que se debería excluir a todo un grupo de estudiantes de sus actividades usuales, pero allí no importaba lo que creía sino lo que aparentaba.

Y aparentar desagrado cuando su amigo había sido degradado a la clase E en el último semestre del año pasado resultaba tan fácil, que le arrancaba el corazón del pecho por el asco que sentía de sí misma. Después de todo, era una regla tácita que el resto de los estudiantes, al dirigirse a la escoria de la escuela, no pudieran ser amables, tan solo remarcando insultos. Pero ella creía que ignorarlos resultaba más cruel porque aún no superaba la mirada que Nagisa le había dirigido cuando intentó saludarla el primer día de clases.

Se sentía tan culpable y débil de carácter, que no podía evitar odiarse. Mirarse al espejo, andar con el rostro en alto, se le hacía cada vez más difícil. Sin embargo, al ver las sonrisa de Nagisa divirtiéndose en la clase E, todos con un aire más ligero y diferente, una llama de esperanza y resolución se había encendido en su corazón. Si le pedía perdón, quizás podrían volver a ser como antes, pero el problema radicaba en trazar un plan para escabullirse del edificio principal para atravesar la montaña que rodeaba el complejo de la clase E.

Empezaba a flaquear ante la idea de ser descubierta y el problema en el que se metería, pero espabiló cuando una mano se posó suavemente sobre su escritorio. Extendió la hoja de sus calificaciones con un movimiento prolijo.

—¿En qué piensas?

La voz de Asano siempre era un arrullo, pero ella no podía evitar notar el siseo que arrastraban sus palabras, esperando castigar a alguien de ser necesario.

—Bajaste tus notas en inglés y japonés, si las comparamos con las del año pasado; y aun así conseguiste estar entre los diez mejores en promedio. Sin embargo, espero que te mantengas consistente.

—No va a bajar de ahí —farfulló, queriendo golpearse por la voz aguda que se le escapó.

Sin embargo, inglés y japonés eran materias que siempre estudiaba con Nagisa, y desde que no estaba con él le costaba concentrarse en ellas.

—Eso espero. —Asintió—. No quiero que ni un solo estudiante de la clase E llegue a los primeros lugares.

—¿Te sientes amenazado? —cuestionó sin pensarlo, mordiéndose la lengua cuando sus ojos conectaron y los de él refulgieron con un brillo peligroso.

—No —atajó con voz rotunda—. Pero a los perros es mejor tenerlos vigilados y con la correa corta.

Quiso reponer algo, pero bajó la cabeza al no poder seguir sosteniéndole su mirada tan indescifrable. Respingó cuando él le dio una palmada en el hombro.

—Bien hecho.

Se encogió en el asiento. ¿De qué servía tener buenas notas si era una decepción como humana?

Calculó el tiempo que le tomaría sortear todo el sendero que llevaba hasta la clase E, hablar con Nagisa y regresar al campus principal. Decidió que lo mejor sería fingir alguna molestia, ir a la enfermería y escaparse de allí por la ventana. La idea sonaba tan prometedora como terrorífica, pero ya se había decantado por hacer eso y, si no se era fiel a sí misma, ¿cómo podría serlo con los demás?

Escaparse de la enfermería había sido más fácil de lo que esperaba. Al tener un récord inmaculado y ser conocida por su buen comportamiento, se había ganado la confianza y aprecio de los profesores, y eso bastaba para que bajaran la guardia a su alrededor.

Lazos inexorables || Multifandom x ReaderWhere stories live. Discover now