Zen - Mystic Messenger

354 36 3
                                    

Cita a ciegas... con una estatua griega

Si Jahee se enteraba, le lanzaría una de sus miradas reprobatorias. Había intentado probar suerte y tantear el tema, pero el rechazo fue absoluto. Le hubiera encantado recibir algún consejo de su parte, puesto que, de todos, era la más centrada. Podía visualizar a Seven haciendo una broma fuera de lugar, al insufrible CEO comentando algo tan insufrible como él, y Yoosung lo animaría con candor, pero no se ahorraría una dosis de envidia. No se imaginaba a ninguno dándole un consejo útil.

¿Pero qué importaba eso cuando Zen quería seguir su corazón? Un corazón solitario que buscaba emociones fuertes capaces de hacerle revolotear las entrañas como a un adolescente. Sí, quería enamorarse, consciente de las posibles repercusiones que tendría en su carrera actoral, pero estaba seguro de que, si le mostraba al mundo lo puro que podía llegar a ser su amor, lo aceptaría.

Por supuesto, la idea de conocer a alguien por una aplicación de citas a ciegas rápida con algún algoritmo enrevesado —pero seguro según Seven— que calculaba la compatibilidad entre dos personas, le parecía lo más arriesgado que pudo hacer.

¡Pero es que no podía esperar más!

Había conversado con alguien llamado NotyourMC en los escasos minutos que la aplicación (en su versión de escritorio) les permitía y se sorprendió por lo fácil que era hablar con ella. Con temor, aceptó la cita a ciegas que la aplicación ofrecía, y sintió alivio cuando descubrió que ella también había aceptado.

Quedaron en verse en un restaurante discreto que ofrecía una variedad de platillos distintos a buen precio. Había algo en la decoración clásica que lo hacía sentir cómodo y la música ambiental disipaba los nervios con los que había salido de su casa. Aun así, se reprochó llegar tan temprano porque ese era el segundo vaso con agua que el mesero le rellenaba, no muy contento porque no ordenaba nada.

La campana del local hizo que alzara la cabeza, maldiciendo el instante en el que las frondosas ramas de un helecho obstruyeron su visión hacia la cabeza de la persona que había entrado. Apenas podía dilucidar su figura curvilínea y la sencillez de su atuendo. Su corazón se aceleró, presa de la expectativa. Llevaba mucho tiempo solo y se sentía un poco tonto, como un infante, por su repentino desespero. ¿Pero qué podía hacer cuando estaba más cerca de los treinta que de los veinte?

Lo admitía: estaba desesperado.

Apretó los labios cuando el mesero condujo a la joven hasta el área donde se encontraba sentado. Apenas la vio, le gustó la sonrisa amable que le dirigió al hombre. Contuvo el aliento cuando sus miradas se cruzaron, pero ella se apresuró a apartarla para otear el sitio.

Solo estaba él y curvó una ceja, dubitativo, cuando ella volvió a verlo. Zen no tardó en levantarse para extender la mano, pero ella permaneció en su sitio con una expresión indescifrable.

—¿Eres NotyourMC?

—... —Parpadeó dos veces y se apresuró a estrechar su mano—. ¿Y tú KoreanGod?

Zen asintió, avergonzado porque su nombre de usuario fue idea de Seven, pero se sintió relajado cuando ella le sonrió.

—¿En serio? Lo de dios parecía en broma —dijo ella—. Eres demasiado guapo como para que necesites recurrir a una app de citas, ¿sabes? ¿Dónde está la cámara oculta? ¿O es que eres un estafador?

—¿Qué...? —Zen separó los labios, pero no tardó en soltar una carcajada candorosa—. Es solo que no tengo muchas oportunidades de conocer chicas.

—Sí, bueno, permíteme sentirme incrédula un rato. —Ella se sentó cuando él corrió la silla, sorprendiéndola por el gesto natural y porque olía bien—. Pareces una estatua griega... —opinó, escudriñando su piel tersa.

Lazos inexorables || Multifandom x ReaderKde žijí příběhy. Začni objevovat