Lazos inexorables || Multifandom x Reader

Hyuse - World Trigger

Un regalo a cambio de un...

Después de una prolongada fase de negación, luego de que ella fuera la primera agente de clase B capaz de ganar un punto de él ella sola, aceptó y maldijo que le gustaba una mujer de Miden.

Como guerrero, hallaba débil enamorarse así de alguien, y a veces quería golpear su corazón por agitarse de esa manera cuando se saludaban, y quería detenerlo, aunque le costara la vida, cada vez que ella le sonreía y él parecía saltar entre los mundos hasta extraviarse en su mirada. Odiaba que Jin le dedicara miradas que revelaban todos sus secretos y que Osamu, tan perceptivo, sacara a colación el nombre de la chica con más frecuencia que con el resto de los agentes, no tenía nada que ver que su siguiente batalla sería con su equipo o que coincidirían pronto en algún evento. Y Chika no se quedaba atrás, lanzándole miraditas con una curva en los labios, como si siempre estuviera a punto de decir algo.

Aun así, no pudo negarse cuando realizaron un intercambio de regalos con varios de los agentes seleccionados como candidatos para ir a la expedición a la Neighborhood. Era para Navidad, una celebración que no terminaba de comprender por los diferentes matices que tenía en las culturas de Miden. Aun así, Kuga no hizo reparos en recalcar su expresión de decepción cuando vio que no le tocó (T/N), y la de reproche cuando él mismo ondeó el papelito con el nombre de la chica y se negó a cambiárselo.

No pensó demasiado en qué regalarle a Suwa Kotaro, perdido en la esperanza de que ella hubiera tenido más suerte para sacar su nombre de entre todos los papeles de la urna. Cuando llegó el día, resultó que ella tampoco lo tenía, sino a Katori y lo sorprendió que hubiera acertado en el regalo por la expresión satisfecha de la arisca joven.

—Voy a tomar aire —dijo ella, aireándose el rostro con la mano porque, entre el barullo jocoso de todos los agentes, el ambiente se había caldeado al punto de que algunos empezaban a sudar.

Hyuse la observó pararse y compartir algunas palabras con las personas con las que se cruzó en el camino. Le gustaba su espontaneidad, cómo parecía no juzgar a las personas y cómo su mente aguda fue capaz de comprender su verdadera naturaleza. Era fácil hablar con ella porque era una excelente oyente, pero a él, en particular, prefería que le contara de las maravillas de ese mundo desde su perspectiva.

—Deberías ir con ella —comentó Osamu con sutileza, bebiendo una gaseosa mientras se separaba de la conversación que mantenía con los miembros del equipo Kageura.

—... Voy al baño —masculló, lanzándole una mirada inquisidora mientras el chico solo reía entre dientes.

Hyuse se abrió paso con más presteza, apenas siendo saludado por un par de personas. Cuando por fin emergió a la terraza del local, se descubrió extrañando la calidez del interior, pero se conformó con la visión de la joven contrastando con las luces de la ciudad y de los astros. Ella ladeó la cabeza apenas y una sonrisa se esbozó en sus labios.

—Hyuse, ¿también morías de calor?

—Solo quería que estuviéramos a solas.

Ella rio y agitó la cabeza, pero el sonrojo en sus mejillas no lo pasó por alto y lo tomó como una invitación para que se acercara. Se apoyó del barandal junto a ella, disfrutando del viento helado, pese a que sabía que pronto tendría que regresar. Era débil al frío de Miden.

—No pensé que terminarían alquilando todo un restaurante para nosotros —comentó ella—. Quiero decir, Border no suele mimarnos de este modo... Parece casi un vaticinio de lo que nos espera.

—Mientras tengas tu cuerpo de trion, no pasará nada —aseguró él, pero comprendía sus miedos porque cabía la posibilidad de que armaran un ataque a la nave donde sus cuerpos estarían proyectándose.