Killua Zoldyck - Hunter x Hunter

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Cálido amanecer

Killua se vanagloriaba de poder pasar días enteros sin dormir y sin disminuir ni un poco su eficacia en el trabajo. Sin embargo, cuando dormía de verdad, no había quien lo despertara, podría estarse derrumbando el edificio y, mientras él se sintiera seguro junto a alguien, no daría señales de vida.

Así que su novia ya sabía a qué atenerse cuando habían pasado tantos días sin trabajo y debían partir en una nueva misión. Se preparaba mentalmente para recurrir a cualquier medio necesario para despertarlo.

Se despertó antes de que sonara la alarma del celular y la desactivó.

Killua la tenía rodeada por la cintura con firmeza —otro aspecto del que se vanagloriaba era no aflojar su agarre mientras dormía—, casi como si quisiera inmovilizarla con una llave de jiu-jitsu. Se vio tentada por un segundo a quedarse allí, envuelta entre sus brazos, en la calidez de sus dos cuerpos encajados, pero habían aceptado una misión para rescatar a un grupo de Cazadores que se habían internado en el bosque de la Provincia de Lukso y no habían regresado ni dado señales de vida; para el nivel de la misión, la paga era buena.

Se movió lentamente para escaparse de su agarre hasta que él la soltó con un gruñido, aún dormido. Tenía el cabello plateado desparramado sobre la almohada y su expresión, por lo general juguetona, lucía angelical. No era justo que se viera así de guapo durmiendo. Ella acomodó un mechón de cabello que le había caído sobre los párpados y sonrió. Estaba bien, ella adelantaría todo para que Killua solo tuviera que despertarse, comer y ponerse en marcha.

Se estiró y fue al baño para ducharse. En Zaban, para esa época del año, siempre hacía un calor arranca vidas, sumado a cómo Killua le gustaba dormir casi encima de ella, amanecía sudando a mares y apestando. Luego, preparó el desayuno y raciones de comida para el viaje; nunca se sabía si tendrían la oportunidad de comer y, si bien Killua podía manejarse bien sin comida, ella aún no tenía esas habilidades. Revisó las mochilas para cerciorarse de llevar otro cambio de ropa, linterna, brújula, fósforos, y otras herramientas que podrían necesitar si llegaran a perderse. Volvió a asegurarse de también llevar agua y pastillas de cloro.

Cuando creyó que todo estaba bien, ladeó el rostro hacia donde Killua estaba hecho un ovillo. Aún no comprendía cómo era que los dos habían terminado juntos si al inicio apenas podían soportarse. Al inicio, a ella le pareció que Killua era extremadamente petulante e insufrible y cada vez que tenían que hacer un trabajo juntos lo único que quería era golpearlo. Sin embargo, mientras ella era toda animosidad, él le había confesado que se interesó en todo el potencial desperdiciado de ella y se propuso ayudarla a desarrollarlo.

Sin Killua, probablemente habría muerto en un par de ocasiones porque, sí, lo admitía, Killua era fuerte, ágil y mantenía la cabeza fría ante las adversidades. Además, había conocido a muchas personas interesantes e importantes. Su mundo se había abierto a un sinfín de posibilidades y, a medida que conocía a Killua y desentrañaba su personalidad, descubría que no era tan malo como quería pintarlo al inicio. Todo eso la hacía cuestionarse en ocasiones qué le ofrecía ella a él...

—Killua, despierta —dijo mientras abría la ventana—. Killua, se nos va a hacer tarde.

Tocó su hombro y, como no reaccionó, lo agitó con más fuerza.

—¡Oye! ¡Killua! —Usó todo su peso para moverlo, pero él solo se desplomó boca arriba—. ¡Luego andas diciendo que eres de sueño ligero!

Se sentó a horcajadas sobre él para intentar sentarlo. Quizás podía empezar a cambiarlo de ropa, cosa que había hecho antes, pero Killua la apartó con un ligero manazo.

Lazos inexorables || Multifandom x ReaderWhere stories live. Discover now