Neji Hyuuga - Naruto

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Reencuentro

Cuando la noticia llegó hasta Sunagakure, ni siquiera esperó a que Gaara diera la orden, ella tomó lo básico para el viaje y marchó a Konoha. Sabía que no llegaría a tiempo, que quizás se encontraría con una Konoha en ruinas. Sin embargo, ¿cómo podía quedarse quieta cuando muchos de sus grandes amigos estaban ahí? Maldita sea, si los Akatsuki habían atacado por Naruto, si a Naruto le pasaba algo... Había tenido suficiente con casi perder a Gaara. Y no se imaginaba yendo a Konoha sin poder tener una noche de chicas con las demás kunoichi.

Y...

Su corazón se estrujó. Si a Neji le ocurría algo, sabía que una parte de ella moriría con él. Sin embargo, quería confiar en lo fuerte y hábil que era, no había manera en la que él no pudiera superar a cualquier enemigo con su ingenio y su ninjutsu pulido.

Aún no le había podido decir todo lo que sentía por él, y sabía que era una motivación superflua lo que la empujaba, pero cuando lo viera, se sacaría de dentro todo. De hecho, el haber dedicado sus vidas a ser ninjas debería ser motivo suficiente para saber que podían morir en cualquier momento, por lo que no deberían tener arrepentimientos y vivir cada día al máximo.

Sin embargo, después de una carrera como nunca antes la había hecho, llegó a una Konoha destruida y no tuvo tiempo para pensarlo demasiado. Se arrojó a ayudar a las personas atrapadas entre los escombros y a brindar los primeros auxilios. A medida que hablaba con las personas, descubría los detalles que se habían suscitado en el ataque a la aldea y, con alivio, también se enteró de que Naruto había salvado el día, al punto de haber regresado a la vida a muchos. Sin embargo, aún había heridos y civiles atrapados bajo los edificios.

—Deberías comer algo —saludó Kiba mientras Akamaru apoyaba sus palabras con un ladrido.

Kiba se sorprendió cuando la chica corrió hasta él y le dio un par de palmadas en el lomo a Akamaru.

—¡Me alegra que estés bien! ¡Y tú también, Kiba!

—Claro, háblale primero a Akamaru. —Rio entre dientes, pero luego la miró con seriedad—. A medida que ayudaba a retirar los escombros en el norte, escuché varios rumores sobre una kunoichi de Suna que estaba brindando asistencia desde hace como dos días. Imaginé que eras tú y, por lo tanto, vine a obligarte a comer algo.

—¿Eh? Pero no tengo hambre. Además, es más importante rescatar a quienes sigan atrapados en...

—Nada! Ya pedí un equipo de relevo. A veces me exasperas...

—Ay, no es para tanto. —Ella puso los ojos en blanco—. Solo priorizo las cosas.

—Tu propio bienestar debería ser tu prioridad, entonces. Si desfalleces por inanicióm y ocurre algo que solo tú puedes solucionar, dime qué...

—De acuerdo. Entendí el punto —suspiró ella y aceptó la mano que él le tendió para ayudarla a salir de la sima en la que estaba.

Kiba la llevó en el albergue provisional que había construido el Capitán Yamato y la obligó a sentarse. La observó comer mientras le contaba el paradero de muchos de sus amigos. Al parecer, Hinata seguía recuperándose después del ataque de Pain y Sakura se estaba haciendo cargo de ella. Los demás estaban bien y colaboraban con la reconstrucción de la aldea.

—Y... ¿Has visto a Neji?

—Claro que preguntarías por él —la molestó Kiba, a lo que ella se sonrojó y desvió la mirada—. Pues como estaba en una misión con su equipo durante los eventos, está bien. Debe estar por allí analizando los daños y ayudando.

—No sabía que no había estado durante el ataque.

Sintió que al fin podía respirar, por muy egoísta que le pareciera su alivio. Al menos tenía la certeza de que estaba bien, sano y salvo, y, en algún punto de su estancia en Konoha, se lo encontraría. Solo debía ser paciente.

Lazos inexorables || Multifandom x ReaderWhere stories live. Discover now