Kageyama Tobio - Haikyuu!

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Beso indirecto

Por lo general, los chicos y las chicas eran separados durante la hora de educación física. Siempre hacían actividades diferentes y apenas se veían entre los descansos del arduo ejercicio. Sin embargo, celebrando la ida de Karasuno a las nacionales del torneo de primavera, ambos instructores decidieron unir las prácticas para jugar vóley. Pero eran pocos los que querían jugar porque les daba pánico la sonrisa tétrica de Kageyama mientras giraba el balón entre sus manos.

—¡(T/A), vas con Kageyama! —anunció la profesora, haciendo respingar a la chica.

Tobio ladeó el rostro para verla, más menuda que él, y con ese brillo en los ojos que lo obligaba a apartar la mirada porque empezaba a sentirse mal, como si de repente fuera consciente de sus propios latidos retumbando en sus tímpanos y del retorcijón en su panza.

—¡Tobio! Hagámoslo bien. —Trotó ella hacia él, mientras todos la admiraban por no mostrar ni una pizca de miedo.

—... —Kageyama la vio de soslayo, de nuevo con su corazón hecho un estrago—. Saltas con pértiga, ¿no?

Lo preguntó, pero sabía la respuesta, porque le gustaba verla volar por el aire desde el salón cuando llegaba temprano y ella seguía en las prácticas matutinas. Tenía alas a su propio modo y admiraba eso.

—Sí, ¡supongo que será útil! He visto que colocas bastante alto. —Asintió con otra sonrisa tranquila, y Kageyama hallaba fascinante lo mucho que expresaba su rostro con rasgos extranjeros—. No salto tan alto como Shouyo, pero golpearé la pelota si me la pones.

—De acuerdo. —Sonrió con convicción, pasándole la pelota.

Iban contra los dos chicos más altos de la clase aparte de Kageyama. Uno era del club de baloncesto y el otro estaba en judo, pero no pudieron recibir el primer saque con salto de Kageyama, tampoco el segundo ni el tercero. Así que el entrenador tuvo que pedirle que se contuviera un poco y, aunque de mala gana, el otro equipo logró elevar el balón.

Kageyama soltó una imprecación cuando vio que la chica no había saltado con él para bloquear el remate, pero se sorprendió cuando ella se posicionó y receptó el balón. Aunque la dirección estuvo lejos del sitio del colocador, Tobio se las ingenió para colocar el balón. De nuevo, con agrado, la vio saltar tan alto como podía, apenas asomándose por encima de la red y no golpeó el balón. Kageyama observó, estupefacto, la sutil finta que realizó, apenas rozando el balón con la palma de la mano.

Cuando regresó al suelo, ella le sonrió con orgullo, observando cómo ambos contrincantes habían intentado detener el rumbo inexorable de la pelota. Tobio extendió la mano y ella la chocó con una sonrisa aún más radiante, obligándolo a pasar saliva con dificultad.

Los partidos eran de 7 puntos, así que ganaron con ese punto. Ella estrechó las manos con ambos chicos, quienes expresaron su admiración por tener la tenacidad de intentar una finta, pero continuaban resentidos con Kageyama. Tobio, por su parte, fue a buscar su termo, reflexionando en que había colocado el balón muy alto y que la postura de la joven no era la mejor, pero hizo que todos esos errores valieran un punto. Quizás, si hubiera decidido jugar vóley, sería buena.

—¡Tobio!

El aludido respingó con el termo a medio camino de los labios, pero fijó su atención en ella y en cómo una pátina de sudor le cubría el cuello y algunos cabellos se escapaban de su cola. Bajo la luz del sol escindiendo sobre su figura, se descubrió pensando en lo bonita que era.

—¿Me puedes dar un poco de agua? —pidió, abanicándose el rostro enrojecido, pensando que se había sobreexigido jugando a ser líbero.

Kageyama le pasó el termo, ambos percatándose de los estudiantes de segundo que entraban en el coliseo. No quiso pensar demasiado en ella, en el sutil movimiento de su garganta ni la curva de su brazo, ni en cómo había dejado caer los párpados ni en el largo de sus pestañas.

—¡Muchas gracias! —Curvó los labios y enfrentó sus oscuras pupilas con clara resolución—. Tobio, ¿te gustaría que regresáramos juntos esta tarde? A nuestras casas, quiero decir...

—Salgo tarde del entrenamiento.

—¡Yo también! Se acerca una competencia y quiero entrenar más, así que pensé que quizás... ¡Pero no te sientas obligado!

—¿Estás bien? —cuestionó Tobio, su corazón acelerado, pero preocupado por lo roja que se había puesto. ¿Tendría fiebre?

—Ah... ¡Sí! ¡Es nada! Yo, bueno, si no quieres...

—Te pasaré buscando por la pista —susurró Kageyama, procurando disimular su propio rubor.

—¡De acuerdo! Te estaré esperando. No me vayas a dejar plantada. —Le tendió el termo, exultante, y corrió para hablar con su grupo de amigas, quienes la recibieron con una ovación.

Kageyama se apretó el pecho, extrañamente contento, e hizo amago de tomar agua, pero reparó en la boquilla de repente. La observó como si le hubiera afrentado, y casi gritó cuando un brazo reptó por sus hombros.

—¿Estás pensando que es un beso indirecto? —se burló Tanaka, quien había esperado el momento justo para abordar a su kohai después de ser testigo de la escena.

—¡¿Qué?! —chilló—. ¡No!

Sin pensarlo más, bebió de su termo sin importarle las burlas de Tanaka y del recién llegado Nishinoya. Aunque no pudo evitar reflexionar sobre lo suaves que parecían los labios de ella, y fantaseó solo un poco con descubrir su sabor.

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Es que me vi la primera temporada en latino y mi hype por Haikyuu regresó. Y sí, lo de "me la pones" fue adrede jajaja

En lo personal, este es de mis OS favoritos de los que llevo escritos.

¡Tengan un gran día!

¡Rolling Thunder! >.<

Lazos inexorables || Multifandom x ReaderUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum