Lazos inexorables || Multifandom x Reader

Leorio Paladiknight - Hunter x Hunter

Graduación

Decir que estaba eufórico era poco. Habían sido seis largos años, de los cuales agradecía que hubieran convalidado su tiempo en el Continente Oscuro. Aún tenía planeado hacerle el altar a Cheadle por defenderlo y validar sus prácticas. Recordaba cada mal momento, pero prefería conservar los buenos, las risas, los momentos de serendipias frente a un paciente, lo bien que se sentía saber que estaba cumpliendo su sueño.

Sus amigos habían ido a verlo y sabía que haría a sus padres orgullosos, pese a que tenía tantos años sin verlos o siquiera hablarles. Era emocionante recitar el juramento hipocrático y rememorar sucesos de la carrera. La toga le quedaba corta y el birrete le apretaba la cabeza y Kurapika le había ajustado demasiado la corbata, pero qué importaba: lo había conseguido.

Con el título en la mano, empezaba a vislumbrar al fin la puerta abriéndose hacia sus sueños, hacia todo el bien que haría.

—¡Nunca dudé de ti, Leorio! —animó Gon cuando estuvieron afuera, contagiándose del buen humor de todas las personas.

—Con lo cabeza dura que eres, yo tampoco —dijo Kurapika apenas regalándole una sonrisa.

—¿En serio? —Killua le lanzó una de sus sonrisas felinas—. Yo creí que le quitarían la licencia antes de tenerla oficialmente. Con lo pervertido que eres...

—¡Eso...! —Leorio apretó los dientes mientras Killua sonría triunfante—. Son cosas distintas.

—Sí, claro, lo que tú digas. No veo cómo es que es tan diferente, pero repítete tus mentiras todo lo que quieras.

Leorio intentó darle un zape, pero el más joven lo esquivó, ambos sorprendiéndose cuando una mano se posó con cuidado sobre el puño en alto de Leorio.

—¡Te estaba buscando, Leorio! —dijo una chica.

Los cuatro amigos la observaron como si hubiera salido de otro mundo, cada uno con sus propios pensamientos de incredulidad. Leorio sintió las mejillas calientes, después de todo, era ella a quien siempre buscaba con la mirada cuando empezaba cada semestre, con la esperanza de poder compartir otro periodo académico juntos.

—¿Sí? Yo, uhm, te vi con tus amigas y no quise molestar.

—No me molestas —repuso de inmediato, ignorante de las miradas suspicaces de los otros tres—. ¿Es que pensabas irte sin tomarte una foto conmigo? ¡Eres uno de mis preciados compañeros!

—¿Yo? —Leorio se señaló a sí mismo, empezando a creer que pronto moriría y eso era solo la antesala al paraíso.

Kurapika acudió en su rescate cuando le arrebató la cámara y le lanzó una de sus miradas de reproche a Leorio.

—Disculpa su escasa locuacidad —dijo él, pidiéndole a Gon que lo empujara hacia la chica para que posaran—. Está abrumado por la graduación y el hecho de que creyó que jamás lo lograría.

—¡Oye! —reclamó Leorio, despertando de su obnubilación, pero Gon le hizo señas para que posara si no quería salir mal, puesto que Kurapika tenía el dedo colocado sobre el obturador.

Leorio se sorprendió cuando ella le pasó el brazo por el de él y le regaló la más brillante de las sonrisas a la cámara. Pero él no podía quitarle los ojos de encima, recordando cómo ella, que estaba muy afuera de su liga, se había acercado a él para estudiar cuando coincidían en las horas libres. Lo saludaba con su expresión radiante y le conversaba de sus frustraciones en susurradas confidencias.

—¿Te parece si hablamos un rato? —musitó Leorio, agradeciendo que sus amigos captaran la indirecta, aunque creyó ver a Killua insinuando algo sobre espiarlos, pero no quiso preocuparse para prestarle atención a ella, a la que quizás sería su última charla.