Thorfinn - Vinland Saga

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Aclaraciones: Aren, según las páginas de Google, significa gobernante de águilas y es el nombre falso que usa nuestra protagonista en este OS.

Verdades de nieve

No recordaba con exactitud cuándo Aren se había unido al grupo de bandidos de Askeladd, pero sí guardaba en su memoria las luchas que habían librado juntos y la extraña camaradería entre ambos por ser de la misma edad. No lo admitiría, pero lo consideraba un valioso compañero de entrenamiento. No era tan fuerte como el resto de los vikingos, pero siempre lo sorprendía con su astucia y su flexibilidad. Había cierto enigma rodeándolo y, a pesar de fingir desinterés, a veces le causaba curiosidad. Pero su misión era más importante y cualquier cosa podía esperar.

Thorfinn casi nunca se detenía a pensar en su relación con el resto; de hecho, ni siquiera se sabía más de cinco nombres, a pesar de que el de él rodaba por la lengua de todos esos hombres tan fácilmente como respirar. Después de todo, él era uno de los mejores guerreros cuando dependía de infiltraciones y, a veces, enfrentarse a verdaderos monstruos como Thorkell. Sin embargo, últimamente no podía evitar que su pecho escociera con un sentimiento indescifrable cada vez que reparaba en la relación tan fluida de Canuto con Aren.

Al principio, ambos habían mantenido sus distancias, pero bastó una noche de guardia mientras él hacía un patrullaje e iba de caza, para que ambos se volvieran mejores amigos. Estaban cubiertos por un manto de complicidad sorprendente y, a pesar de que le generaba curiosidad, se convencía a sí mismo de que no necesitaba de ello. Si querían, podían empezar a hacer muñecos de nieve, con lo que le importaba.

Los copos de nieve caían perezosamente, hundiéndose en sus cabellos y fundiéndose con el calor de sus pieles. El frío descendía paulatinamente, pero los rayos de sol lamiéndoles la piel les confería un poquito de esperanza para calentar sus almas. Por su lado, Thorfinn estaba con los brazos cruzados, guardando las manos bajo las axilas porque si los atacaban era mejor tener los dedos listos para hacerse de sus dagas.

Portaba su usual ceño fruncido, pero podía escuchar a los demás comentando que, en esa ocasión, estaba aún más arrugado. Y, bueno, qué podía esperar cuando Canuto y Aren hablaban en susurros como si se trataran de dos señoritas chismosas. Rieron en silencio, el semblante de Canuto mucho menos constreñido que la primera vez que se vieron. Pese a ello, Canuto no perdía ni una pizca de la altivez con la que los veía, como si no fueran más que montículos de mierda a un lado del camino. Sin embargo, había un brillo distinto en los ojos de Aren. Los veía más transparentes, más en sintonía consigo mismo.

Y Thorfinn no podía parar de cuestionarse por qué. ¿Qué efecto tenía Canuto sobre él?, y, sobre todo, ¿por qué le importaba tanto? Y eso lo ponía de mal humor, y no entendía por qué.

Cuando llegaron a un pequeño claro nevado, rodeado por árboles, decidieron acampar. Canuto corrió a atrincherarse en una casa desvencijada de madera podrida. Por su parte, Aren tomó el arco y el carcaj para ir a cazar. Thorfinn fingió ocuparse en algo más, pero lo cierto fue que marchó en su búsqueda al cabo de unos minutos.

No le costó encontrarlo, agazapado tras la raíz sobresaliente de un árbol mustio. Su figura era más pequeña que muchos otros guerreros, aunque eso no le sorprendía cuando él mismo era bastante pequeño. Su arco también era distinto, más liviano, más curvo, lo suficientemente flexible como para mantenerlo armado con la flecha por varios minutos.

—No creas que no te siento, Thorfinn —masculló, suspirando cuando la liebre movió las orejas y se fue corriendo, bajó el arco y giró el rostro.

—¿La princesa te pidió que salieras a cazar por él?

Lazos inexorables || Multifandom x ReaderNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ