Niñera

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"Eres tan ñoño que en vez de una cita lo invitaste a una sesión de estudio," rió Freddie cuando Brian acabó de contarle todo lo que había ocurrido la noche anterior. 

Aunque Roger se le había adelantado; o bien los padres de Roger que llamaron a Bomi para que le pase el mensaje, y tuvo que escribirle al rubio a pedir explicaciones. Su versión de los hechos no difería mucho, solo por el exceso de gay panic en sus mensajes, y las amenazas de muerte por si sus padres se enteraban. 

El rizado viró los ojos sin dejar de sonreír, le era imposible no hacerlo. Su rostro quedaría entumecido la mañana siguiente por culpa de el entusiasmo. Pasó todo el día de un humor increíble, cantando y abrazando a medio mundo, y eso no era usual en él. 

Tim incluso lo llevó a la enfermería para revisar si todo estaba en orden, y resultó que tenía taquicardia. Sólo para tenerlo tranquilo Freddie lo estaba acompañando en el carro hasta la cafetería. Para el moreno, sin embargo, ir en el carro con Brian le estaba ahorrando parte de la caminata que tenía que tomar de todas formas para jugar a ser niñera. Cuando dijo que esperaba volver a pasar el rato con Roger no se refería precisamente a esto, pero al menos podría servir de ayuda para el menor; era él o Paul Prenter, a quien tuvo la desdicha de conocer en una reunión familiar donde los Taylor, y de quien juró protegerlo. 

"Espero no aburrirlo," exhaló Brian nervioso al estacionar, llevaba poco más de media hora de anticipación. Roger ni salía aún del colegio. "¿Crees que se aburra?"

"Roger odia las matemáticas, pero necesita esa A, así que yo de tí no me preocuparía tanto."

"¿Sólo accedió por eso, no?"

"No, cariño, deja de ser tan pesimista," sonrió al ver los nervios de Brian carcomiéndolo. "Todo lo contrario, diría yo. Roger prefiere ignorar a la gente que se le insinúa de esa forma."

"¿Crees que hice el ridículo diciendo eso último?"

"No, más bien estoy orgulloso de tí. Fue osado, y eso que no querías ni escribirle." 

"Es demasiado lindo," sonrió bobo, "y no sé, se sintió correcto."

"Hiciste lo correcto."

"Pero igual dijo que no quería un novio," recordó. 

Freddie analizó la afirmación; sabía bien que no se trataba de no querer, sino de no poder, o eso era lo que Roger se había metido en la cabeza. Tampoco tenía cómo juzgarlo, eso sí, pero tendría que esforzarse en asegurar que su rubio amigo no atentara con rendirse después y echar todo a perder. Por el momento estaba tranquilo con saber que ese par iba a pasar la semana juntos. 

Se limitó a palmear su espalda, y negar rotundamente. 

"Es demasiado pronto para atormentarte con eso, sólo trata de disfrutar la semana, ¿sí?"

"Lo dice quien insistió en que compartiera la cama con él el otro día" carcajeó el menor sonrojándose al pensar en la propuesta, que quizás ahora se arrepentía de rechazar. 

"Va, no iba a darse cuenta, aún sin el alcohol es un despistado."

"Yo considero que es muy observador," señaló meditando en el par de esferas azules inspeccionándolo la primera vez que se vieron, y en casa de John. "Pero no habla mucho, ¿no? ¿Qué tema de conversación podría interesarle?"

"No sé, ¿de qué hablaron el viernes?" 

"Música... principalmente. Me preguntó por mi carrera y empecé a hablarle de las constelaciones, pero cuando le hablé de Sirio en la Canis Maior empezó a aplaudir emocionado, y me dijo que Sirius Black podía convertirse en un perro enorme, y que de seguro por eso la estrella se llamaba así..." la mueca turbada en la cara de Brian lo dijo todo, y no pudo evitar reir. 

God Knows | MaylorWhere stories live. Discover now