Confianza

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"Esto es lindo, tan privado...  ¿lo planeaste todo, no?" inquirió Roger una vez que le dieron tres vueltas al lugar tomados de la mano. Ahora seguían con el agarre, pero sentados en una de las bancas frente a una obra de Pierre Cecile Puvis de Chavannes, cuyo nombre Brian pronunció tres veces en francés en un intento de reiterar por qué el rubio no tenía que leerlo como 'pubis' sino como puví.  Roger solo quiso tener una excusa para escucharlo hablar en ese acento extranjero. 

"Fue idea de Freddie, venir aquí" indicó Brian en toda honestidad, mirando la habitación con una sonrisita. "No tienes idea de cómo acechó a Stuart toda la semana para que accediera a permitirnos entrar aquí mientras estaban en la fiesta... claro que se supone que debía esperar a que tú me lo propusieras, pero quería estar a solas contigo y no me resistí." 

"Freddie sí que tiene todo planeado, aunque tiene una terrible memoria para ciertas cosas" bufó Roger sonriéndole enternecido por lo último, pero tratando de no meterse en el bote de la cursilería aún.

"¿De qué hablas?"

"Esto" dijo, levantándose de su cómodo asiento junto al mayor para señalar su ropa frente a él. "Tengo todo un armario lleno de pantalones oscuros, y elegí el blanco porque mi trasero se ve genial en este, pero se supone que solo tenías que notarlo tú. No todo el mundo en la fiesta porque mi trasero resplandecía con la luz negra."

"Yo creí que solo querías llamar la atención como él, tienen personalidades muy parecidas" rió el mayor, recibiendo un manotazo ligero por parte del menor. 

"Él ama ser el centro de atención, no yo...." Brian lo miró arqueando una ceja, flashbacks de la primera fiesta en la cual estuvieron juntos llegaron y suspiró. "Ok, sí, a veces... pero no en lugares así... y no a plena consciencia."

"Freddie excusó su vestimenta diciendo que él es una pieza de arte, y si solo el arte debía resplandecer en el lugar, pues él también tenía derecho a brillar."

"Mi punto exacto, Eso es Freddie, no yo."

"Tu trasero parece esculpido por los mismos dioses, Rog, estoy seguro de que todos lo consideraron arte al verlo" murmuró Brian con suficiente fuerza para que el rubio lo escuchara, pero sin dignarse a verlo. En su lugar sonrió con picardía al notar la ahora pintura seca que dejaron grabadas sus manos en la perfecta retaguardia del menor. 

"Dios mío..." 

"¿Me sobrepasé?" inquirió Brian levantando la vista como si no hubiese sido obvio que contemplaba sus zonas bajas. 

"No, solo me dieron ganas de mostrártelo au naturel, pero no siento que sea el momento adecuado para provocarte y que el guardia de seguridad llame a la policía por creer que vamos a tener relaciones rodeados de obras carísimas. No sería una muy romántica primera vez..." rió Roger acercándose de nuevo a él. 

"Oh... ir a prisión juntos no suena mal, si ese es el precio a pagar. Aunque creo que los otros reos van a poner sus ojos en tí y voy a tener que pelear con ellos para poder ser tu primera vez" canturreó Brian deslizando sus manos hacia la curva del trasero para hacer que se siente de nuevo, apretando muy ligeramente por sobre las marcas que dejó anteriormente.

"No vas a pelear con nadie. Confórmate con el trasero fluorescente, May" carcajeó tratando de zafarse de su agarre. "Dios... Freddie dijo que eras más tranquilo." 

"Mhm, y él me dijo que eras más salvaje..."

"Lo soy..." afirmó Roger, "y a la vez no."

"Mmm, me temo que no entiendo tu sobre-elaborada explicación."

"Ok, silencio" rió el rubio cediendo a la petición del otro y dejándose caer en el regazo del mayor, poniéndose cómodo para sincerarse. "Solo no sé como decirlo."

God Knows | MaylorWhere stories live. Discover now