Tiempo

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La mañana siguiente, Roger despertó con la melodía de Sleeping in My Car de Roxette.

A.K.A: el timbre de su celular.

Se quejó, se desperezó mil veces y torpemente rodó fuera de las cobijas pateándolas lejos. Comenzó a moverse a ciegas, siguiendo el sonido sin molestarse en abrir los ojos dado el cansancio. Pudo sentir que atropellaba el cuerpo de otra persona mientras gateaba hacia su velador, y solo ahí se tomó la molestia de separar sus párpados y percatarse de dónde estaba.

El sol brillaba con fuerza afuera y la luz se filtraba por la delgada tela de la tienda, permitiéndole identificar el espacio. No se encontró con sus cobijas, sino su bolsa de dormir hecha puño en el costado opuesto de la tienda; y en lugar de su velador estaba su mochila de acampar en una esquina, y sobre ella el dichoso celular.

Debajo suyo estaba Brian, observándolo en silencio y notablemente desconcertado por haber sido despertado tan elegantemente por el rubio.

Roger se reacomodó para no tirarle todo su peso encima, colocándose a horcajadas sobre su torso sin llegar a sentarse sobre él. Lo examinó en silencio, asegurándose de que en serio estaba despierto y que no se trataba de un sueño; no era la primera vez que 'despertaba' al lado de Brian, solo para abrir sus ojos después y encontrarse con su hermana riéndose de él mientras imitaba su voz chillona llamando el nombre del rizado.

Sus bonitos hazel lucían perdidos, el chico aún algo dormido conforme bostezaba y se tallaba los ojos con cuidado. Su cabello caía desplegado sobre la almohada; y estando tan cerca de él, Roger de nuevo se tomó la libertad de estirar su mano y tomar uno de los mechones con su dedo. Recibió una sonrisa perezosa por parte del dueño de tan fina cabellera, quien acercó su mano para acariciar la mejilla del menor con delicadeza.

"Buen día, Rog."

"Buenos días, Brian... Ehm, perdón por tirarme encima tuyo, no recordé que estábamos aquí" murmuró avergonzado, no obstante haciendo cero esfuerzo por separarse.

"Todo bien, no me molestó despertar así" carcajeó contento al notar que hizo que el menor se sonrojara. "Creo que te están llamando" bostezó, de nuevo estirando su brazo para tomar el celular y pasárselo.

Roger reaccionó justo a tiempo para contestar la llamada; el nombre de Freddie en la pantalla.

"¿Aló?"

"¡Me hiciste esperar seis timbres antes de contestar! ¿Te dieron tan duro anoche que no podías llegar al celular más rápido? Tu papá está en la línea, déjame te transfiero la llamada" vociferó el pelinegro. "Y si pregunta algo estabas cagando en el baño y por eso la demora. Niños..."

"Freddie, yo..."

"¿Es ese Freddie?" sonrió Brian incorporándose para sentarse, con la ilusión de robarle el celular y saludar; o más bien decirle a su amigo que deje de molestar y llame después. Después de todo el momento era perfecto. Despertó con el rostro de Roger a centímetros del suyo, y si el de ojos claros lo hizo a propósito o no en realidad le importaba poco.

Una voz más grave y ronca resonó en la bocina, y Roger le hizo un gesto al rizado para que guardase silencio. Brian sonrió encogiéndose de hombros, Roger lucía dispuesto a morderlo si se atrevía y hasta se puso serio, pero no le importó mucho. Ahora tenía al rubio sentadito en su regazo, y se reprimió el impulso de abrazarlo por la cintura para evitar que se le escape, pensando en si era o no apropiado hacerlo. Sin embargo, con el otro concentrado en tratar de atender la llamada, no fue necesario pues ninguno hizo nada para separarse de esa posición.

Es más, Roger ni se percató de ese detalle, ni de la carita de enamorado con la que lo miraba el contrario; frustrado porque la línea no terminaba de funcionar por la pobre y casi inexistente señal de la montaña. ¡Claro que Michael iba a llamar! Siempre llamaba a Freddie primera hora en la mañana para asegurar que estaban juntos y que no se había escapado por ahí.

God Knows | MaylorWhere stories live. Discover now