Hola

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"¿Entonces te obligan a participar en un deporte o te reprueban?" John asintió riendo. "¡Pero si tienes todas tus materias aprobadas!"

"Es ridículo, lo sé." 

"¿Y dices que tomas clases de último nivel?" inquirió sin dejar de lado el asombro, John asintió tímidamente. 

"Física, cálculo, química... ya sabes." 

Hizo una mueca, se detestaba a veces por ser tan cerebrito. Se le burlaban por eso, pero Roger lucía fascinado al escucharlo, era la primera vez que lo hacían sentir importante por ese detalle. 

"Llevo meses en eso y aún no entiendo, creo que voy a reprobar por cálculo, ¿sabes?" bufó. 

"Es una materia confusa" asintió.

"Es una mierda" exclamó, retractándose al recordar que John era un niño al lado suyo. "Va, no repitas eso."

John negó riendo. "No soy de preescolar." 

"Pero si eres adorable, ¿cuántos años tienes?" 

"Quince" sonrió. 

"Jamás te había visto en el colegio."

"Me cambiaron este semestre, mi anterior colegio era una mierda" suspiró, malas memorias atentando con invadir su mente hasta que el rubio abrió la boca. 

"¡John Deacon! ¿Besas a tu madre con esa boca? Y yo preocupado de serte una mala influencia..." exclamó Roger. 

"Bueno, tú empezaste."

"Y te dije que no repitas." 

Ambos rieron mientras continuaban su recorrido

Caminaron en silencio un rato con el menor guiando la ruta. Habían entrado a un vecindario que Roger no reconocía, pero quedaba muy cerca del colegio así que se ubicaba lo suficiente para regresar a la estación después. Era un sitio agradable, todas las casas se parecían entre ellas y se sentía un ambiente muy familiar. Ni se dió cuenta que John se detuvo hasta que sintió un toque en su brazo. 

"Esta es mi casa..." señaló el castaño, Roger le sonrió. 

"Supongo que nos vemos mañana, ¿no?"

"Pensaba... ¿quizás te gustaría quedarte a merendar? Tengo que repasar unas cosas de cálculo, sé que hay un examen aproximándose y dijiste que te iba mal. Podría ayudarte..." se ofreció, "claro, sólo si quieres."

Era evidente que el castaño se estaba esforzando en invitarlo, de lo poco que conocía de John estaba su personalidad introvertida. Roger no quería ser ni grosero o descortés, y esperaba que pudiesen ser buenos amigos así que accedió. 

"Me parece genial, gracias."

John sonrió y entraron, la madre del menor se encontraba en la cocina y saludaron a los lejos porque el castaño no quería que su nuevo amigo la viera histérica por el par de golpes que le dejaron en el colegio. Mientras subían a la habitación Roger recordó que debía decirle a sus padres que se quedaría en casa de un amigo, y que volvería después. No acostumbraba salir entre semana pero si les comentaba que era una sesión de estudio no tendrían problema, asumió. Su mamá era la primera en preocuparse por sus notas, llegaba a ser un poco tediosa. 

Al sacar el celular de su maleta notó que estaba apagado. 

"Ehm, ¿puedo cargar mi celu?" 

"Claro, adelante" John señaló un cable de cargador junto a su velador. "Iré por algo de comer. No se tú pero muero de hambre... ¿te parece unos sándwiches de jamón y queso?" 

God Knows | MaylorWhere stories live. Discover now