𝖥𝗂𝗋𝖾 [𝖩𝖩 𝖬𝖺𝗒𝖻𝖺𝗇𝗄]

𝟩| 𝖠𝗅𝗓𝗁𝖾𝗂𝗆𝖾𝗋

—¿De qué hablas?—

—Hablo de que te estás convirtiendo en una típica chica kook, y como ahora me junto con los poges ya no te parece buena idea seguir siendo amiga mía—

—No es eso, Lex—

—¿Y qué es?—ella no respondió—Que te jodan—

Colgué el teléfono y lo dejé en mi mesilla se noche.

A mi no me torea nadie.

Nᴇxᴛ Dᴀʏ
Lᴇx Aᴍᴇʀʏ

Me levanté al día siguiente sobre las dos de la tarde.

Había tardado en dormirme por el dolor de la rozadura de bala.

Y cuando me desperté, fue por una llamada telefónica.
Era Kiara.

—¿Kie?—

—Tienes que venir a la cabaña de John B ahora—

—¿Ha pasado algo?—

—Te lo contamos allí—

Kiara colgó y yo me vestí rápidamente.

Después salí de casa y caminé hasta la de John B.
Él, la chica, Pope y JJ ya estaban allí.

—Estábamos fuera así—el rubio se apoyó contra la pared—Y sólo se oía ¡pum! ¡pum! ¡pum!—

—¿Qué ha pasado?—le pregunté a Kie.

—Han ido a casa de la mujer de Scooter—me explicó.

—¡Saltaba pintura de la pared!—siguió hablando JJ—En ese momento, yo ya estaba esperando a la muerte—

—Muy bien, así que habéis visto a los que nos dispararon—dijo Pope—¿Podríais describirlos? ¿Qué aspecto tenían?—

—Corpulentos—dijo el rubio.

—¿Corpulentos?—pregunté.

—Si, a ver, como los tíos que se ven por el taller de mi padre—

Ahí ya no entendí nada.
¿Qué coño tenía que ver su padre?

—Ya sabéis que hacía escondites para alijos de narcos—

—No jodas—pensé en voz alta, y todos me miraron—Perdón, sigue hablando—

—Mirad, os lo digo con total seguridad—siguió—Esos tíos, esos matones, pasan droga—

—Vale, pues si conocían a Scooter pueden buscarnos por dos razones—hablé—La primera; que se hayan enterado de que les falta el dinero que vosotros robasteis, y la segunda; que busquen la brújula—

—Vale, ¿para qué iban a querer la brújula?—preguntó Kiara.

—No podría empeñarse ni por cinco pavos—comentó Pope—Sin ofender, sé que es una reliquia familiar—