La música de fondo inundó la charla que desde hacía un rato sostenía Tadeo Vallejo con Lady Tolliver. La mujer de mediana edad le sostuvo la mirada un momento, de pronto se percató de que desde unos segundos atrás Vallejo no la miraba a ella. Giró el rostro a un costado y constato su sospecha. Tadeo miraba muy fijamente hacia el otro extremo del salón, en el rincón estaban charlando la hija de Lord Grayson y alguna de sus amigas,pero al entornar un poco mas la mirada adivinó a quién exactamente estaba mirando Tadeo.
—Eres un descarado,es tan sólo un chiquillo—. Lady Tolliver sostuvo el abanico a la altura de su rostro,dio dos abanicadas y siguió viendo a través del rabillo del ojo las excelentes vistas que sostenía su amigo.
Tadeo bebió de su copa,ni por un segundo quitó los ojos del joven Grayson.
Sonrió descarado y pidió la mano de Lady Tolliver para despedirse.
—Mi Lady, un placer,como siempre.
Elisa miró como Tadeo se encaminaba al otro extremo del salón,su andar era peligroso y sugerente. Le recordó a un animal que estaba a punto de atrapar a su presa,y eso podía llegar a ser el joven Henry si no tenía el debido cuidado.
Sorteó a todo tipo de mujeres para llegar a su destino. Repartió besos en manos aguantadas,y prometió futuras visitas,dejando convencidas a las damas que algún día llegaría a visitarles. Vallejo podía llegar a ser un hombre sumamente encantador si se lo proponía,pero esa noche sólo una necesidad apaciguaría su furia interna.
Con paso seguro llegó hasta donde Henry permanecía parado,viendo como las doncellas repartían bailes a los caballeros y él era ignorado por la mayoría.
El joven pareció darse cuenta de que lo estaban observando,porque se volvió a donde estaba Vallejo mirándole a los ojos. Era un hombre atractivo, de excepcional belleza física y andar impecable,pero dudaba mucho que fuera del tipo de hombres que se fijaba en su mismo género.
—Buena noche—. Henry se quedó estático al escuchar que lo llamaba.
—Buena noche—. Respondió, su voz sonó sin fuerza,en una nota suave y melodiosa que le recordó a Tadeo la juventud del chico,no sería mayor de dieciocho o quizá menos, un detalle sin importancia.
Henry no puedo evitar llenarse con la espléndida imagen de ese hombre tan atractivo. Su mano guardada en uno de los bolsillos de su pantalón y en la otra sostiendo un cigarrillo,con la mirada fija en algún rincón del lugar. A pesar de sentir que estaba ahí junto a él, ese aire distraído logró captar su atención, aturdecer sus sentidos y llenar su cuerpo de ansiedad.
—Linda noche— Mencionó Grayson,sin hallar mucho de que hablar con semejante hombre.
Vallejo lo miró de soslayo y para Henry ese gesto de incomodidad le revolvió el estómago, quizá y era muy joven para llamar la atención de alguien así,y sus tontos temas eran aburridos para el hombre.
—Quizá,¿querrías que lo averiguemos?—. Dijo en cambio.
Los ojos del chico se abrieron al entender la invitación de aquel hombre. Alguien en su sano juicio debía declinar de ella,era sumamente escandaloso que un Lord como él aceptara la invitación de otro caballero a salir a pasear,era inconcebible para su buen nombre.
—Por supuesto.
Dijo en un susurro. Vio al hombre avanzar hacia una de las salidas en enormes zancadas, su andar era rápido y cuidadoso. Lo vio saludar gente al pasar y sin embargo seguía manteniendo ese gesto de incomodidad. Henry se mantuvo siempre detrás de él, tampoco quería que los vieran salir juntos y los relacionarán de alguna manera.
