Sólo un estrepitoso sonido de la puerta al cerrar se escuchó cuándo Isaac salió del despacho. Tenía el rostro desencajado en furia.—¿Porque Nidia se prestaba para eso?.—Mas que molestarle el cambio de último momento,le parecía algo increíble de creer. Se presumía listo,inteligente y alguien difícil de engañar,empero ¿Como se había dejado seducir por esa chiquilla?. Los nudillos de su manos blanquearon peligrosamente,trataba de controlarse,pero no podía. Al llegar al final del pasillo,para entrar en la sala de estar se quedó perplejo. Contempló a Irene conversar con un joven. Se dio perfecta cuenta del rubor de sus mejillas y el nerviosismo de sus manos. ¿Quien era él?,de pronto recordó las palabras de Ignacio. Su hija enamorada de otro,y él era ese otro seguramente,su furia subió rápidamente como la espuma de una bebida agitada. ¡Se estaban burlando de él!,toda esa despreciable familia se burlaba de él, seguramente lo menospreciaba por ser el hijo ilegítimo de un hombre adinerado. A grandes zancadas llegó hasta donde estaban Irene y Noé. Con una mirada oscurecida y rabiosa los fulminó,primero a ella,para después verlo a él y recorrerlo por completo. ¿Cuál era la diferencia entre ellos? ¡Ninguna!,ese muchachito no se veía diferente a los otros herederos consentidos con los que él estaba acostumbrado a tratar y derrotar en todos los casos.
Irene se sintió desfallecer al ver a Isaac ahí,podría hacer un escándalo o quizá lo retaría,sus nervios acrecentaron al ver la forma en que Isaac veía a Noé,con un especial odio.
No lo escuchó decir nada,solo lo vio alejarse de ahí sin hacer absolutamente nada.
—¿Quien es él?—Noé seguía observando al hombre alejarse de ahí,solo contemplando con duda.
No hubo respuesta. Del mismo lugar donde había salido Isaac venía Nidia. Tenía el rostro empapado,podía verse las gruesas lágrimas a través de sus frágiles dedos que cubrían su rostro. Tanto Noé como Irene se percataron,él no dijo nada,pero Irene se desconcertó al instante.
—¡Disculpeme Noé! ire a ver que sucede....
Nidia había pasado por su lado,subiendo las escaleras corriendo prácticamente. Su torturado corazón no aceptaba la crueldad de las palabras de su padre. Solo tenía quince años,nada sabía de la vida.
Entró a su habitación y se tiró en la cama llorando como una condenada,detrás suyo entró Irene.
—¿Que sucede Nidia? ¿porque lloras de esa manera?—La chiquilla se abrazó al cuello de su hermana con suma desesperación.
Sus sollozos se agolpaban en su pecho,impidiendole hablar. El aire la hacía hipear sin dejar salir palabra. Irene la abrazó contra su pecho con sumo cuidado,dejándola llorar solamente,dejando que saliera todo lo que llevara dentro.
Después que terminaran de salir lágrimas y solo quedarán sollozos Irene preguntó a Nidia que pasaba,el porque de sus lágrimas.
—¡Soy tan desdichada! Dios no puede permitir esta injusticia.
Los ojos de la rubia se achinaron sin entender todavía palabras alguna.—!No comprendo hermana!.
Nidia vio a los ojos de la rubia. Ella si que iba a ser feliz con la noticia,muy a pesar suyo.—Mi padre le ha dado mi mano en matrimonio a Isaac Ortíz.
Irene desorbitó los ojos exageradamente y su boca se abrió de par en par completamente incrédula.—Eso!,eso no es posible. ¿Porque haría eso?—Trató en vano de entender las razones de su padre.
—Pues asi fue,y asi es. Me casaré con Isaac sin amarlo,y tú,creo que a ti pretende casarte con Noé Armentía.—Volteo el rostro hacia su pequeña hermana,no pudo evitar asomar una sonrisa en su comisura.
—¿De verdad?—preguntó azorada.
La pequeña solo encogió los hombros. Se echó en su cama,seguía tan conmocionada y furiosa,quizá mas que eso desepcionada de la actitud tan ambiciosa de su padre.
