LA CARA DE LA VERDAD

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—¿Puedo entrar?.

—Hazlo.—respondió Nidia desde su lugar habitual en el sofá.

Con ella llevaba una charola con dos tazas y una tetera con té,un par de bocadillos y el rostro con aire distraído.  Tadeo había dado entender su interés frente a ella y se preparaba en la medida de lo posible para enfrentar el asunto.

—Sientate—le pidió al mismo tiempo a Josefina,pero ella la rechazó. —¡Por favor! Tenemos que hablar—replicó Nidia con un mohín.

—He aprendido que a veces es mejor guardar silencio.

Nidia negó con la cabeza.

—Soy consciente de que la negación es una reacción innegable ante la culpabilidad,pero no es propia de ti. Tu eres demasiado directa para evasivas.

Josefina se encogió de hombros, tomó una almohada y la escondió tras la espalda de Nidia.

—Estoy enferma,no moribunda.

Protestó Nidia cuando sintió la invasión en su espalda.

—No es cuestionable. Permiteme consentirte un poco,me provoca hacerlo.

—Estoy segura de eso,pero creo seguir siendo capaz de hacer esto por mi misma—. A pesar de sus refunfuño,Nidia se acomodó sobre la almohada con un suspiro de placer. Su piel se notaba rosada y los labios habían adquirido un tono mas rojo desde la ultima visita en que Noé la había sometido a una transfusión y un nuevo tratamiento.

—Te ves delgada.

—Eso es normal cuando llevas tanto tiempo postrada en cama,pero me siento mejor y me niego a ser una inútil.

Frunciendo los labios,Josefina tomó un bocadillo y lo puso en uno de platos y se lo ofreció a Nidia.

—Tomalo—. Le ordenó.

Nidia acepto con una mueca y luego dijo.

—Jámas me contaste porqué rompiste tu compromiso con tu prometido.— Josefina se quedó boquiabierta "dios santo"—. Es un hombre muy atractivo y completamente deseable,excepto por ti,claro. Un hombre demasiado llamativo para ignorarlo—Suspiró y prosiguió —. Una historia de amor sin un final feliz.

Josefina soltó un bufido burlón.

—Eres una romántica empedernida—. Poniéndose de pie y con las manos temblorosas mientras movía las hojas de té dentro de la taza humeante y trataba de buscar una salida lógica al embrollo que era su amiga.

—Sí,sí,lo sé. Sin embargo, está claro que sigue interesado en ti,deseoso de tu compañía —Hizo otra pausa,dejando las ultimas palabras frotar en el aire—. Al igual que se le nota al señor Vallejo.

Miró hacia Josefina y sonrió al ver el temblor de ella sobre la taza—. Admiro tu aplomo,haberlo tenido entre tus brazos y no haber perdido la razón o el aliento. Si el que era tu prometido es un hombre atractivo,el señor vallejo es una ofensa a la vista,debería ser delito ser poseedor de tanta belleza y dejar a mas de uno desprotegido tan ansiada virtud.

Josefina blanqueo los ojos. Sus repetidos intentos estaban mermando la poca seguridad que tenía. Seguía pensando que aquello rayaba en la locura. Escuchar las palabras de otra mujer dirigidas al hombre con el que acababa de compartir las sabanas,era algo que por dentro le revolvía el estomago, no quería escucharlas ni aunque fuera su amiga.

—El hombre tiene el encanto de un caballero,no lo niego,seguro las mujeres acuden a él y no rechaza a ninguna,pero es algo que me tiene sin cuidado y sobre Jesús—Un nudo menos grueso la invadió—.Sigue tan atractivo como cuando era mas joven y seguramente es igual de asediado,pero no es de ellos de quien quiero hablar.

MEDIA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora