El cielo estaba cubierto de una espesa negrura salpicado de estrellas,cada rincón de esa habitación estaba finamente decorado...pero aún así, el hubiera preferido la tranquilidad de su propia habitación.
En una mesita había una lámpara,la mecha ardia en medio de una flama azulada...todo era penumbra.
Una silueta se dibujo a través de una ranura a la altura del suelo,la puerta tenía el pestillo puesto,pero seguía observando por la ranura de la puerta...estaba seguro que Noé estaba parado justo por fuera de ella,y una inquietud lo albergo.
-¿Acaso estaba loco?¡no podían verse ahí!...
Estaba dispuesto a ignorarle si es que tocara la puerta,tendría que hacerlo con sutileza,con pequeños golpes si acaso para que nadie pudiera escucharle.
Y en efecto escuchó los golpecitos en la puerta.
-¡Matías!...
Escuchó su nombre en un murmullo,pero no era la voz de Noé...era una tenue vocesilla-¡Era..¿Nidia?...
-¿Nidia?-llamó desde su habitación.
-Si,abreme Matías.
Dudo por un segundo,pero tampoco sería cortés dejarla fuera.
Abrió despacio,la puerta solía hacer ruidos...
Vio su rostro,estaba cubierta su espesa cabellera con un velo de encaje negro,cubría la mitad de su rostro con el,dándole un toque de sobriedad.
-¿Que pasa?-pregunto en un susurro,apenas si asomaba el rostro.
Era peligroso que los vieran ahí tan noche hablando y más para ella.
-Quiero que me acompañes a un lugar...pero tendrá que ser con sumo cuidado,pues si nos descubren estamos muertos.
Matías la observaba con ojos trémulos,el había hecho ya demasiadas locuras en los últimos días,pero eran por placer propio. Ahora ella le pedía irrumpir en la noche pero -¿Para que?...
-Nidia,no se si sea correcto salir a estas horas de la noche...es peligroso y yo no conozco la ciudad.
Chasqueo la lengua rebelde-No vamos a salir fuera de la casa,ven no tengas miedo-¿A caso le temes a una chica?
-No claro que no,no es eso...es sólo que..
Tenía temor si,pero no de ella más bien de Noé...él se estaba comportando de manera extraña y ya no quería mas razones para alegar con él.
-Ven,vamos...
lo arrastro de la mano sin darle oportunidad de negarse.
Caminaron en total silencio hasta llegar a la escalera,ella le pidió no hacer ruido...
caminaron escaleras abajo y tiraron a mano izquierda por un pasillo largo,era de casi dos metros,había una puerta de madera,estaba cerrada bajo llave...pero la chiquilla de su bata sacó una llave pequeña planteada...y le dio un guiño a Matías.
Colocó la llave y giró la perilla,volvió a pedir silencio.
Entraron a la habitación a mano derecha estaba una mesita de madera,había una lámpara de petróleo...Nidia sacó unos fósforos,encendiendo la mecha de la lámpara...
en la penumbra,la chiquilla levantó la lámpara a la altura del rostro y giró la mano para alumbrar la habitación,había pedestales de roble repletos de libros,pero en un rincón de la habitación estaba un viejo caballete...había en el una pintura cubierta con una manta blanca.
-Ven,voy a mostrarte algo.
le dijo la chiquilla a Matías.
Caminó hasta llegar al caballete y de un tirón dejó caer la manta que cubría el frente del cuadro.
