AMARGO ADIÓS

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No le era permitido salir. Aún asi,Noé hizo aún lado al pesado portón de hierro,he hizo un gesto sordo a Matías para que le siguiera a una solitaria calle donde empezaba un desolado callejon. Con un nerviosismo irracional y el cuerpo tembloroso Matías siguió a Noé entre una callezuela apartada y solitaria. Los latidos de su corazón martillaban sus oídos y un temblor le recorría las piernas instalandose peligrosamente en sus débiles rodillas. Un mal presentimiento se apodero de su pecho. Sintió que iba a caer en cualquier momento,pero entonces Noé se detuvo de golpe y giró el cuerpo quedando frente a frente.

Su nuez bajó y subió por su garganta con nerviosismo y las manos empezaron a sudarle,mas sin embargo Noé elevó la mirada encontrándose con la de Matías.

Y el cuerpo del rubio se tensó inconscientemente.—No lo digas,no quiero oírlo—musitó Matías.

—No. tenemos que hablar,y se que no lo quieres escuchar,pero esto tiene que acabar Matías.—Buscó sus ojos. Y sintió como su espíritu escapaba de su cuerpo al decir esas palabras.

—¿Porque no? me estas asustando Noé—Su voz tembló.

—Vas a enojarte conmigo.—Inquirió temeroso Noé. Matías se acercó dos pasos hacia él.

—¿No...no me amas? ¿es eso?—Las palabras calaron hondo en su pecho y una agitación le vino al cuerpo.

—Lo siento. No quiero seguir ocultando esto—Cerró los ojos con fuerza y dejó que las palabras salieran de su boca—No...no creo haberte amado—tragó saliva y continuó—No me siento capaz de seguir con esto,tengo miedo que mas personas se den cuenta de lo sucedió,solo...solo quiero olvidarlo y seguir—Terminó con sus palabras. Pero no se sintió capaz de ver a los ojos a Matías.

Pero un fuerte ardor le quemó el rostro. Matías le golpeó con fiereza en la mejilla,haciéndolo trastabillar de su lugar,cayendo al suelo pesadamente. Noé se llevó la mano a la mejilla,sintiendo el cuerpo temblarle. Elevó la mirada buscando los ojos de Matías. Éste traía el rostro contraído,furioso,viéndolo como nunca antes. La mirada de Noé viajó de los ojos de Matías a sus puños. Los traía apretados con fuerza haciéndolos blanquear peligrosos. Nunca imaginó que Matías pudiera golpearle y por primera vez lo vio con miedo.

Matías avanzó un paso mas hacía él.—Me usaste,solo querías acostarte conmigo—Gritó enardecido,viendo como Noé apretaba la mano en su mejilla.

—Tú también lo quisiste,no te obligue a nada—Sonó lo mas frío y cortante que su cuerpo se lo permitió. Debía ser duro,quizás cruel. Aunque su alma estaba hecha pedazos con cada sucia palabra que pronunciaba.

—¿Que?—preguntó con voz temblorosa.

—Eso. no recuerdo haberte obligado a nada,tu también lo querías igual que yo,pero debe acabar Matías—Se levantó de su lugar encarandolo—Quiero poder ver a los demás a los ojos sin sentir culpa,sin miedo a que descubran lo perverso que puedo llegar a ser.—Gruñó exasperado—Solo quiero ser normal,no puedes culparme por querer eso Matías.

El rubio caminó lo que faltaba de distancia. Abrazó a Noé con fuerza y sollozó en su pecho—No. Tu no puedes estar hablando enserio,dime que es mentira! dime que me amas tanto como yo a ti Noé! ...dímelo por favor!...

Noé apartó con cuidado el cuerpo de Matías. Sintiendo con eso que había muerto todo dentro de él.—Lo siento. De verdad lo siento,pero ya te dije que no puede ser mas,olvidame Matías. No voy a volver a la hacienda hasta no haber realizado el sueño que mi padre tenía para mí,te aconsejo que tu hagas lo mismo,siempre voy a quererte,eso lo sé...pero solo como hermanos,ahora....ahora me doy cuenta—Cada una de las palabras dolió mas que la otra. Pero debía callar su amor,por el bien de los dos.

MEDIA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora