Falling Slowly (LeoBin, Neo)

Capítulo 54: Doncel en aprietos

Falling Slowly

Capítulo 54: Doncel en aprietos

WonSik maldecía entre dientes su mala suerte. Podrían estar ahora en su apartamento comiendo pollo frito, pizza o hasta parrilla para celebrar haber salido bien librados del apretón de culo más prolongado de sus vidas, pero no, estaban aquí. En esta odiosa oficina cuyos alrededores aún daban pésimos recuerdos.

Aún podía sentir el vómito sanguinolento de TaekWoon escurrir entre sus manos como para aceptar estar aquí de buenas a primeras.

Por eso mismo no soltaba el celular en absoluto. A la primera cosa extraña llamaría al abogado Kim de regreso.

Por su parte, TaekWoon exudaba una tranquilidad envidiable, o quizás los ataques de ansiedad sepultados a medias lo habían dejado tan mentalmente agotado que no pensaba de más.

Al frente de ambos, el comisario Dong sorbía su taza de café. Las ofrecidas a ellos estaban ahí, humeando y siendo ignoradas olímpicamente pese a los nervios.

—Seré franco contigo, muchacho. —El hombre dejó la taza vacía y suspiró—. Nosotros sabíamos que ibas a salir librado de los cargos.

TaekWoon deformó su expresión parca en sincera confusión.

WonSik por instinto o una malísima corazonada quizás, clavó sus ojos a la carpeta cerrada detrás de la taza de Dong. Un escalofrío certero le hizo apretar el celular.

¿De que se trataba esto?

—¿Cómo lo sabían? —finalmente preguntó TaekWoon, trayendo su serenidad de regreso.

El comisario removió los hombros tensos.

—Desde el primer interrogatorio lo sabíamos; no había mucho adónde buscar. Eres un bastardo con suerte, ha decir verdad —dijo. Al momento enarcó la ceja y sonrió burlón—. Con esto no digo que aplaudo la estupidez que hiciste, claramente no. De hecho, si ese chico fuera mi hijo y te partiera la cara ahora mismo.

—Si yo fuera un padre también lo haría, señor Dong —respondió con una pequeña sonrisa.

—¿Por qué tardaron tanto en hacer el juicio expedito? —intervino WonSik sin entender que estaba sucediendo—. El límite de tiempo son 48 horas, obviando que su gente casi mata a mi mejor amigo como una rata violando sus Derechos Humanos —recordó con agria sorna—. Aun así... ¿por qué le dieron tantas vueltas entonces?

—Porque está Lee TaeJin metido en esto, ¿no es obvio? —respondió Dong con otra pregunta—.Y por eso mismo te llamé para acá.

—¿Qué sucede con él?

—El sabía de sobra que este juicio no iba a llegar a nada, y está buscando donde apelar o que otros cargos echarte encima —explicó rápidamente—. El testimonio de su hijo, lo registrado en la casa, su mismo comportamiento aquí lo dejaron a él peor parado que a ti.

—Lo cual es un mérito en sí mismo... —quiso bromear TaekWoon pese a su expresión ausente.

WonSik por su parte se levantó y golpeó el escritorio con las manos.

—¿Entonces lo van a volver a denunciar? ¡Por un demonio! —gritó exasperado—. ¡El lunático maltratador es ese sujeto, no TaekWoon! ¡Sí, sí, ya sabemos! —Comenzó a andar de allá para acá adentro de la oficina con la mano en la frente de la consternación—. Ya sabemos que TaekWoon no era el más indicado para la labor, pero esos meses que HongBin estuvo lejos de ese sociópata estuvo mejor que nunca. —Volvió a acercarse al escritorio y miró al comisario con impotencia—. ¿Y ustedes que hacen por HongBin? ¡Nada! —gritó señalándolo con reproche—. ¡Ahora mismo debe estar lleno de golpes y encadenado al piso, pero vamos! —Carcajeó sarcástico y comenzó a aplaudir—.Vamos a meter preso al único que lo ha protegido de ese monstruo porque el tipo es rico. ¿Pues saben qué? Si ese bastardo denuncia yo lo denuncio a él. Por maltrato, violencia doméstica, negligencia, abuso y toda mierda posible que le haya hecho a mi pequeño.