Capítulo 32: Universo tóxico

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Falling Slowly

Capítulo 32: Universo tóxico


>>La brisa acariciaba su rostro. Sus piernas colgaban de la rama del árbol, removiendo los pies con alborozo. El cielo era de un azul fascinante y el sol de luz blanca y primorosa.

En su regazo estaban dos pares de guantes blancos. Unos de encaje de niña y otros bien conocidos.

—¡Hijo! —una voz desde arriba le sobresaltó. HongBin miró, y una enorme sonrisa cubrió su rostro. Apresurado y con los guantes en una mano trepó el árbol que se izaba hasta el infinito. Ramas y su follaje confundidos con el algodón. Era como el cuento de Juanito y las habichuelas mágicas.

Una mano tomó la suya y de un tirón le subió hasta la rama donde estaba.

—¡Ahjussi! —se arrojó a sus brazos y lloró sin poderlo contener. Su calor, su perfume profundo y su risa ronca le inundaron de felicidad— ¡Te extraño mucho, baja conmigo! —imploró palpando su cara para cerciorarse que era real.

—¡Pero aquí estoy cómodo! —quejó infantil. HongBin sollozó y le abrazó con más fuerza, para que no se le fuera nunca más. El viejecillo entre risas peinó su cabello hacia atrás y le arrulló contra su pecho— Estoy bien... no te preocupes por mí. Ya es hora de que te preocupes más por ti ¡Estás bien flaco! —regañó.

Asomó la carita arrasada y negó entre hipidos. Hwang besó su frente y palmeó su mejilla con cariño. Se puso de pie y se estiró a alcanzar la rama sobre sus cabezas.

—Años sin hacer esto, ya debo estar oxidado —bromeó.

HongBin se pasó las manos con rudeza debajo sus ojos volcados sin remedio.

—P-Pero no quiero que estés solo —se aferraba a su mano con fuerza. Las cicatrices ya no estaban, las ataduras; tampoco— ¡No quiero estar solo!

—No lo estamos, muchachito —le sonrió, curvando su bigote más blanco que recordaba y sus ojillos felices— ¡Mira alrededor!>>

Abrió los ojos de golpe.

Su rostro estaba encharcado de lágrimas.

De un salto con las sábanas enredadas a los pies corrió a la mesa.

—¿HongBin? —TaekWoon sobresaltó, dejando caer la ollita de café.

—¡Los guantes! —gritó. Los buscó con desespero y no estaban.

¿Los había dejado en casa? ¿En el comedor?

Arrodillado en el suelo volcó todo el contenido de la mochila y revisó los bolsillos.

Gritó al descubrirlos doblados en un rinconcito.

Los agarró y sentado en el suelo los apretujó contra su pecho. Unas manos le tomaron de los hombros y le hicieron girar para que le mirase. HongBin turnó sus ojos llorosos alrededor y le sonrió.

TaekWoon enmudeció al arrebato de luz clara y bonita en sus ojos al cristal.

HongBin rio y se arrojó a sus brazos, tumbándolo al suelo.

—H-Hwang... soñé con él —apretó con una mano los guantes y con la otra su camisa blanca de camarero— S-Soñé con él y... y-y nos d-desp- —lloraba sobre su pecho, empapándole la ropa— ¡Está bien! ¡Tenías que verlo!

Falling Slowly (LeoBin, Neo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora