| 139 | Aaron Taylor-Johnson

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Se lo ocupado que esta Aaron y lo importante que es su trabajo. Lo he sabido desde siempre. Por esa misma razón no soy una esposa insistente y molesta que llama cada media hora para asegurarse de que este en la oficina o para saber qué es lo que está haciendo. Pero me doy la libertad de hacerlo en momentos como estos.

Coloco el aparato en mi oreja después de haber seleccionado su nombre de contacto. Las dos veces adicionales que trato tienen el mismo resultado, buzón de voz.

Ruedo los ojos mientras cambio de contacto y en su lugar selecciono el "Tina", su asistente.

— Buenas noches, Alessia. ¿Todo en orden? — escucho del otro lado de la línea.

— Hola, Tina, lamento molestarte. ¿Sigue Aaron en la oficina?

— No te preocupes. Y si. El señor Johnson sigue atendiendo la junta con el equipo de Alemania y Suecia.

— Creí que esa junta era a las 4.

— Complicaciones en el vuelo. No tiene mucho que llegaron. ¿Quieres que le de un mensaje? Puedo interrumpir la junta si es muy importante.

— No. Yo...— vuelvo a suspirar y observo a mis hijos.— Solo teníamos un compromiso y no me llamó, así que me preocupe.

— Oh.— se escucha algo sorprendida desde que la última vez que llame a su oficina fue para que ella le hiciera saber que llevaba a Allen al hospital por una inusual y peligrosa fiebre que se le presentó una noche.— Esta bien, le dire que llamaste cuando termine la junta.

— Gracias, Tina. Creo que él se dará cuenta cuando vea las llamadas perdidas en su celular.

— Lo sé. De todos modos se lo haré saber. Saludos a los niños.— sonrío y termino la llamada.

Mi hija me da una mirada desde el sofá y en un acto muy similar al mío, suelto un gran suspiro y se quita su bufanda y abrigo.

— No vendrá.

— Sigue en la oficina.

— ¿Dónde mas estaría? — se levanta del sofá y dobla su ropa de invierno.— Si no vamos nosotros por el árbol, no tendremos ninguno.

— Quin...

— Es diciembre 18, mamá.— reprocha.— Mi amiga Holly prácticamente coloca el suyo al mismo tiempo que quita los adornos de Halloween.

— Iremos por el mañana.

— ¿Y si papá está ocupado de nuevo?

— Iremos después de tu clase de artes ¿está bien? Y comeremos en el pequeño restaurante que te encantaba de niña.— me da una mirada dudosa.— Lo prometo. Y si tú papá quiere unirse, puede hacerlo a esa hora o alcanzarnos ahí. ¿Trato?

— Bien, tiene un trato, señora Johnson.

— Gracias, pequeña Johnson.— sus ojos azules brillan un segundo con satisfacción y sube rápidamente a dejar su abrigo antes de volver a bajar y seguir a los gemelos.

— Parker, quítate el abrigo.

— No, quiero jugar en la nieve.— reclama dando saltos.

| one shoots |Where stories live. Discover now