Capítulo 48: La caída del Ministerio

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Alice se levantó con la noticia de que el Ministerio de Magia estaba a punto de caer. Elizabeth era la única que permanecía en la mansión, pues Tom y Ethan estaban demasiado ocupados ultimando los detalles y asegurándose de que nada fallaba. Avery, por su parte, pasaba por la casa cada cierto tiempo para acompañar a las brujas e informar de lo que sucedía.

—El Ministerio ha caído —informó rápidamente el mortífago en una de sus visitas—. El ministro Scrimgeour ha sido asesinado. Por tanto, la casa de los Weasley ha quedado desprotegida. Nos dirigimos hacia allí ahora mismo.

—Quiero ir —se apresuró a decir Alice.

Avery se disponía a negar con la cabeza, pero antes de hacerlo miró a Elizabeth, quien asintió, concediendo permiso a su hija.

—Yo no puedo luchar aún, pero mi hija puede hacerlo y es mayor de edad —dijo—. No podemos mantenerla encerrada en casa. Su padre lo comprenderá.

Avery asintió y colocó la mano sobre el hombro de su ahijada para desaparecerse inmediatamente, llevando a la joven con él. El hombre era perfectamente consciente de que, a pesar de que Elizabeth era su mejor amiga, debía obedecerla. Al fin y al cabo, era una bruja muy poderosa, con una gran influencia sobre el Señor Tenebroso, y no consentía un no por respuesta. Aunque estaba de acuerdo en que su ahijada era lo suficientemente mayor como para tomar sus propias decisiones.

Todo a su alrededor era un caos. Los maleficios volaban en todas direcciones, y había una gran cantidad de gente en una carpa. Según Avery había informado, los Weasley estaban celebrando la boda de Bill y Fleur Delacour cuando había caído el Ministerio de Magia.

Alice pudo ver a su hermano lanzando maleficios, y ella sacó su varita para atacar también. Logró aturdir a un par de magos que se enfrentaban a los mortífagos antes de que Ethan la descubriese y se acercase a ella.

—Potter y sus amigos se acaban de marchar —informó.

—¿Alice? —preguntó Arthur Weasley, quien se encontraba protegiendo a Ginny, mirando fijamente a la bruja—. No... ¡No puedes estar con ellos!

El grito bastó para llamar la atención de George, quien miró a su amiga fijamente. Ella le apuntó con la varita de inmediato y asintió con la cabeza, y él, comprendiendo lo que le quería decir, se desapareció y salió de allí. Quedarse suponía una muerte o una tortura segura. Un par de segundos después, Arthur también se había marchado llevando a Ginny, y de los demás miembros de la familia no había ni rastro.

—Nos iremos ya; no hay mucho que hacer aquí —comentó Ethan—. Mi padre se ha marchado al ver que Potter ha huido.

Alice vio cómo algunos mortífagos se divertían torturando a los pocos invitados que quedaban. Pero la mayor parte de ellos había conseguido desaparecerse a tiempo, de modo que no podían hacer mucho más. Su hermano tomó su mano y se desapareció con ella. No la llevó hasta su casa tal y como ella había esperado, sino que aparecieron en un bosque en el que la bruja no había estado nunca.

—¿Por qué estamos aquí? —preguntó ella, confusa.

—Para ponerte al día... Ahora que el Ministerio ha caído, el nombre de nuestro padre es tabú. Cualquiera que lo menciona es localizado al instante, y los mortífagos y carroñeros van a por quien lo haya dicho.

—Una buena manera de encontrar a los miembros de la Orden del Fénix —comentó ella—. ¿Crees que Potter dirá su nombre?

—Creo que es lo más probable. Al fin y al cabo, quiere demostrar que no lo teme, y dado que Dumbledore decía su nombre, Potter lo hará también. Antes o después lo atraparemos.

Los herederos de Voldemort  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora