Capítulo 31: Vuelta

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Los periódicos muggles anunciaron durante los últimos días una gran cantidad de sucesos extraordinarios, tales como la caída de un puente de reciente construcción, un huracán que había dejado numerosas víctimas y varios asesinatos imposibles de resolver. El Profeta, por su parte, atribuía las catástrofes al Señor Tenebroso y sus seguidores.

Alice estaba sentada en la cama de su habitación, en la casa que había alquilado, mientras leía ambos periódicos, comparando las versiones. Suspiró y cerró los ojos. Cuando volvió a abrirlos, resignada, había tomado una decisión.

Había pasado casi todas las vacaciones fuera de casa. Era quince de agosto, y quedaban un par de semanas para regresar al colegio, de modo que debía regresar junto a su familia.

No tardó mucho en recoger sus pertenencias y desaparecerse, para aparecer de nuevo frente a la mansión Riddle, donde esperaba encontrar a su padre y hermano. Avanzó con el baúl levitando a su lado hasta la entrada, donde encontró una nota con su nombre.

"Alice, te esperamos en la mansión Malfoy."

La bruja dio media vuelta y, cuando salió de los límites de la mansión Riddle, viajó mediante la aparición hasta la casa de sus tíos. Una vez allí, hizo de nuevo levitar su baúl y caminó hasta la puerta de entrada, sin que nadie se cruzase en su camino.

Llamó al timbre y esperó. Lo que no esperaba era que la puerta fuese abierta por una bruja que la apuntaba con la varita, tal vez tomándola por una intrusa.

—Buenos días, tía Bella —saludó Alice, sonriendo levemente.

La mujer bajó la varita de inmediato, y se hizo a un lado para que su sobrina pasase. La joven lo hizo, cerrándose la puerta a sus espaldas cuando estuvo en el interior de la mansión.

—No sabía si volverías, Alice —comenzó a decir Bellatrix—. Aunque Ethan y el Señor Tenebroso estaban completamente seguros de que lo harías.

La joven asintió, y se dirigió hacia su habitación, seguida por su tía. Una vez que entró en el cuarto y dejó su baúl, se volvió de nuevo hacia la mujer.

—He estado leyendo lo sucedido durante las últimas semanas —comentó—. Supongo que habéis estado ocupados.

—Bastante —admitió la mayor, riendo con maldad—. Esos sucios muggles se merecían todo lo que ha ocurrido.

Alice no respondió. Sabía que su tía seguía ciegamente a su padre, y que detestaba a los muggles y a los hijos de éstos por encima de todo.

—¿Sabes dónde se encuentra el Señor Tenebroso? Debo hablar con él.

—Claro, está en su despacho, te acompañaré.

Ambas comenzaron a andar. Alice no habló, sino que esperó a que su tía lo hiciese, consciente de que tenía algo más que decir.

—Estará enfadado, Alice —le advirtió—. Te ha estado buscando.

—Me las arreglaré, tía —aseguró la joven antes de adelantarse y golpear la puerta del despacho de su padre con los nudillos.

Sin siquiera recibir respuesta, abrió la puerta y entró, dejando atrás a su tía. Una vez en el interior, vio frente a ella a su padre, quien se levantó en cuanto la vio. Se acercó rápidamente a ella, aparentemente furioso.

—¡ALICE BLACK! —gritó, alertando probablemente a toda la mansión—. Hemos pasado meses buscándote, ¡meses! ¿Sabías lo preocupados que hemos estado?

La bruja permaneció quieta, sin saber si su padre sería capaz de hacerle algo o no, pues nunca antes había estado tan furioso con ella. Nunca antes le había gritado, ni siquiera se había enfadado nunca.

Los herederos de Voldemort  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora