Capítulo 42

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Los días transcurrieron con normalidad después de aquello. Los meses fueron pasando y, al llegar el día del cumpleaños de Alice, ésta se examinó de Aparición sin haber asistido a ninguna clase desde el primer día. Theodore se examinó un par de semanas antes que ella, por lo que los dos podrían aparecerse. Les gustaba imaginar que podrían pasar más tiempo juntos durante las vacaciones, pues podrían verse en cuestión de segundos mediante la aparición.
Aquel día, Alice caminaba junto a Nott hacia la Sala de los Menesteres, cuando un grito le heló la sangre.

—¡¡Asesinato!! ¡¡Asesinato en el lavabo!! ¡¡Asesinato!!

La voz era sin duda la de Myrtle la LLorona. Un escalofrío recorrió a Alice, y echó a correr hacia el lavabo de Myrtle, seguida de cerca por Nott. Cuando llegó, vio con horror cómo Severus Snape salía cargando con el cuerpo de Malfoy, quien estaba consciente pero mostraba heridas. La bruja no reconoció la maldición que le habían lanzado, pero sin duda era peligroso.

—¡Draco! —gritó, preocupada—. ¿Qué ha ocurrido? —preguntó al profesor.

—Potter le ha lanzado una maldición —dijo Snape—. Se recuperará.

Tanto Alice como Theodore acompañaron al rubio a la enfermería y se quedaron después después de que el profesor se marchase. Madame Pomfrey le atendió de inmediato, asegurando que no le quedarían cicatrices, y después se marchó.

—Potter podía haberlo matado —dijo Alice, furiosa, viendo el estado en el que se encontraba su primo—. Estoy segura de que no sabía curar el maleficio.

Nott le dio la razón. Ambos esperaron a que Draco despertase, lo cual hizo media hora después, un tanto confundido por el lugar en el que se encontraba.

—¿Te encuentras bien? —le preguntó su prima.

Había olvidado ya lo que había insinuado acerca de su relación con Ethan. Verlo de aquella manera la había hecho arrepentirse de haber estado tanto tiempo enfadada con él. Podría haberle ocurrido algo más grave.

—Sí —dijo el rubio—. Cuando encuentre a Potter...

—Deja que Snape se encargue —le recomendó Alice—. Te meterás en problemas si vas a por él, y lo sabes.

Draco gruñó, pero aceptó, consciente de que la chica tenía razón. No podía atacar a Potter dentro del castigo sin que hubiese consecuencias.

—¿Qué has estado haciendo estos días? Has faltado a algunas clases, y pareces preocupado...

—Nada.

Alice no insistió. Aunque deseaba saber qué era lo que su primo hacía, si él no se lo quería decir, insistir no tenía ningún sentido. Por tanto se encogió de hombros y continuó junto a su primo hasta que Pansy Parkinson y Blaise Zabini llegaron. Entonces, se marchó con Nott a la Sala de los Menesteres.

***

Alice notaba que algo sucedía, pero no sabía qué era... hasta aquella noche. Estaba inquieta, y decidió ir en busca de Nott, quien se había quedado jugando al ajedrez mágico con un compañero en la sala común. Llegó justo cuando los chicos se disponían a ir a sus cuartos, y su novio se detuvo para quedarse con ella.

—¿Ocurre algo? —le preguntó él, extrañado.

—No lo sé... Tengo un mal presentimiento.

En el momento en el que terminó de decir aquello, un gran estruendo se oyó proveniente del exterior, y la bruja salió corriendo de la sala común para ver qué era lo que sucedía.
Theodore la siguió de cerca, sospechando qué era lo que estaba ocurriendo. Pero no trató de detenerla; al fin y al cabo, era consciente de que no lo lograría.

Los herederos de Voldemort  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora