Voluntarios (Los Juegos del Hambre) [Editando]

Epílogo

Un niño corriendo en la Pradera: Jason Mellark. Cuatro años de edad, cabello negro y ojos azules. Camisa color blanco, pantalones grises y zapatos negros.

Su padre está sentado con los antebrazos apoyados sobre el césped verde que crece en el lugar. Una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro al escuchar al niño reír. Su voz llena el aire, y es la melodía más hermosa que jamás escuché.

Lo veo, y en él puedo observar esperanza y felicidad, algo que me fue arrebatado hace mucho tiempo, y que no logré recuperar hasta que lo tuve en mis brazos por primera vez.

El embarazo fue mucho más difícil de lo que pensé, pero por suerte pude afrontarlo junto con Peeta, y todo valió la pena. Sus primeros llantos, su sonrisa, aquellas veces que me tomaba el dedo índice para jugar con él, sus primeros pasos, sus balbuceos que pasaron a ser palabras casi ininteligibles, aunque ya aprendió a decir varias cosas. Todo eso me devolvió la esperanza y las ganas de vivir que Snow y los Juegos me arrebataron.

Las pesadillas todavía me atormentan, sé que nunca se irán. Me levanto gritando el nombre de Prim de vez en cuando, e incluso el de mi madre. Temo aquel día en el que venga y me pregunte quienes son ellas, quien es Rue, o quien es Gale, pero sé que ese día llegará pronto y tendré que afrontarlo, como afronté todo durante mi vida.

Haymitch y Effie siguen casados. Él ya no bebe. Una de las primeras palabras que pronunció Jason fue su nombre, y eso lo emocionó muchísimo, le dio ánimos, y se prometió a si mismo dejar de beber para darle la educación y la enseñanza que se merece.

Johanna y Finnick también siguen juntos, están casados, y tienen una hermosa niña llamada Demetria Odair. Pensé que le pondrían Annie, pero ni ella ni él querían ese nombre, supongo que el recuerdo de esa hermosa chica todavía les duele.

Ella y yo vamos juntas al cementerio cada sábado para llevarle flores a los fallecidos en la guerra y en los Juegos. Al principio nos costaba, pero nos acostumbramos, aunque Johanna llore de vez en cuando cuando va a ver a Demetria y a Annie.

Peeta y yo seguimos atormentados por todo lo que vivimos, los Juegos nos destrozaron, pero nos tenemos el uno al otro, y eso nos alcanza, porque sé que cada vez que tenga una pesadilla él va a estar ahí para decirme que no es real. Sé que si recuerdo a mi hermana, sus brazos estarán para abrazarme y alejarme de cualquier dolor. Sé que nuestro niño crecerá en un lugar mejor, no perfecto, pero si mejor.

Aprendí a dejar de vivir en el pasado cuando me enteré del primer embarazo. Supe que necesitaba dedicarme al niño que estaba en mi vientre. Tenía miedo de perderlo, como me pasó antes. Pero Peeta me prometió que nos cuidaría, y siempre cumple sus promesas.

La puerta se abre y puedo escuchar al niño correr con un avión de papel en la mano, diciendo que irá al espacio cuando crezca. Corre escaleras arriba y yo lo miro con un sonrisa que hace mucho no podía reconocer. Una sonrisa de verdad, que refleja la felicidad que vivo cada día. Su padre entra por la puerta y yo le sonrío.

- Katniss, ¿No deberías estar preparándote para ir a cazar? - Me pregunta y yo me pongo seria, intentando no sonreír.

- Lo haría - Contesto - Si no fuera por el bebé... -

Él sonríe y se acerca a mí con una gran emoción. Toca mi vientre y me besa en los labios.

Sé que este embarazo será más fácil. Gracias a las tecnologías del Capitolio sé que es una niña. Primrose Mellark, tal cual él dijo que llamaríamos a nuestro primer bebé si llegaba a ser una niña.

Todo es más sencillo ahora. Cada cosa tiene su dificultad, pero puedo decir con orgullo que no me arrepiento de nada. Es cierto que las decisiones que tomé asesinaron a muchas personas, entre ellas a toda mi familia y una gran parte de amigos. Pero siempre hay que ver el lado bueno de las cosas, Peeta me enseñó eso.

Tengo al hombre que amo, al niño que terminó de devolverme la felicidad, y ahora estoy esperando una niña que me ofrecerá nuevas sonrisas y deseos.

Sin embargo, a pesar de todo esto, soy consciente de que las heridas nunca sanan por completo...  

Fin.
________________________

Bueno, oficialmente se terminó "Voluntarios". Espero que hayan disfrutado la novela de principio a fin, que les haya causado algo de emoción al leerla, y bueno, no sé que más decirles, agradezco a todos por todo lo que hicieron, porque aunque no lo crean me ayudaron mucho, en serio :D Los amo, nos leemos :D

**Epílogo publicado el 2 de Diciembre de 2014**