Capítulo 39: Descubriendo la Verdad

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P.O.V Katniss 

Despierto y abro los ojos lentamente. Miro a mí alrededor, y noto que hay luces en el techo y paredes de metal. Estoy en un Aerodeslizador. Puede que sea del Capitolio, lo más probable es que así sea... Intento moverme, apoyando mi brazo derecho en la camilla en la que me encuentro, pero una molestia en el brazo me lo impide, y vuelvo a acostarme. Tengo un bendaje en la herida que Johanna me causó en la Arena, todavía me duele. No escucho absolutamente nada, solo el sonido de las turbinas que indican que todavía estoy en el aire, probablemente dirigiéndome al Capitolio, a que Snow me torture de la peor manera para vengarse por lo que hice hace unos minutos, horas, o días, no soy consciente de la cantidad de tiempo que pasó desde que destruí la Arena. Me quito el respirador que tengo puesto y miro a mi alrededor. Puedo ver a Beetee completamente herido, aún desmayado, Emma también desmayada, solo que en un estado mucho mejor que el de Beetee. No están ni Finnick, ni Johanna, ni Demetria, ni tampoco Peeta... Mis piernas me duelen, me cuesta moverlas, pero estoy decidida a terminar con esto de una vez por todas. Logro incorporarme para luego mirar a mí alrededor nuevamente. Es muy probable que Peeta se encuentre en alguna otra parte del Aerlodeslizador, si es que aún está con vida. Busco en la habitación para poder defenderme, ya que si nos dirigimos al Capitolio voy a necesitar algo para atacar a cuaquiera que quiera hacerme daño. Peeta... Aunque me duela decir esto, lo más probable es que nos torturen por lo que hice, y no voy a dejar que le hagan ningun tipo de daño, es muy triste, pero si quiero evitarlo tendré que matarlo, prefiero hacerlo yo y no alguien como Snow, que disfrutará cada segundo de sus gritos y llantos. Tomo una jeringa que hay en una mesa junto a la camilla de Emma, no se que clase de liquido puede tener dentro, pero es lo unico que tengo para defenderme. Camino lentamente a la siguiente sección del Aerodeslizador, intentando no hcaer ruido, aunque el suelo de metal y las botas que traigo puestas del atuendo del Vasallaje no ayudan mucho. Me acerco a una puerta y comienzo a escuchar voces familiares... Finnick... Plutarch Heavensbee, el jefe de Vigilancia de los Juegos, y... ¿Haymitch?... Camino aún más hacia la puerta, para poder escuchar con mas claridad. De repente se abre por si sola, había olvidado eso... Estaba en lo correcto, efectivamente, Finnick, Haymitch y Plutarch están en la habitación, mirándome sorprendidos, al parecer pensaban que tenía que seguir dormida o algo por el estilo, lo que me hace suponer que me drogaron... ¿Acaso Haymitch estuvo traicionándome todo este tiempo? ¿Me estuvo usando? ¿Con qué fin me lleva al Capitolio ahora, si me dijo que me mantenga con vida?

- Hola preciosa - Me dice Haymitch. ¿Tiene la capacidad de hablarme como hacía antes? De repente se que no solo me traicionó a mí, sino que también lo traicionó a Peeta, al chico que jamás le hizo absolutamente nada, que fue un gran apoyo para él, y viceversa también. Al pensar esto lo único que soy capaz de pensar es en las ganas de matarlo que tengo. Entonces cuando mí cuerpo me lo permite, corro hacia él con intenciones de inyectarle la jeringa en su cuello. Me toma ambas muñecas, evitando la jeringa completamente, y me arrastra hasta una pared, hasta que termino chocando con ella, dejandome completamente indefensa y sin posibilidades de moverme.

- Maldito hijo de... - Digo yo y él me toma mas fuerte las muñecas.

- Escuchame... - Contesta él, interrumpiéndome - Estás a salvo, todo esta bien. Todo esto estaba planeado, pero no podíamos decirte nada, no con Snow espiándote todo el tiempo, era muy riesgoso - Me explica y yo frunzo el ceño, para luego dejar de hacer fuerza y de mostrar resistencia a su agarre. Lo que acaba de decirme, significa que estoy a salvo, que no me están llevando al Capitolio, y que puede qe Peeta también lo esté... Haymitch se separa de mí en el momento que notó que yo ya no muestro intenciones de atacarle.

- ¿Dónde está Peeta? - Pregunto mirando a todos en la habitación. Haymitch camina hacia el lugar donde se encuentra un holograma de la Arena, mostrando detalladamente todo lo que hay en ella, incluso la ubicación de algunos tributos que no fueron recogidos por los Aerodeslizadores del Capitolio.

Voluntarios (Los Juegos del Hambre) [Editando]Where stories live. Discover now