Voluntarios (Los Juegos del Hambre) [Editando]

Capítulo 41: Alguien En Quien Confiar

P.O.V Katniss

Me encuentro sentada en el suelo, sentada como una india, con la bandeja de comida en mí regazo. Emma está sentada en su respectiva mesa junto con Finnick, pero no hablan, tan solo se dedican a comer, como estuvieron haciendo toda la semana. Puede que no haya hablado con absolutamente nadie, pero aún así pude observar a lo largo de estos días que ellos no se hablaron, supongo que porque ella y Finnick no son del mismo Distrito, y entonces no se hablan en lo absoluto, tal cual hicieron durante los Juegos. Cambio la mirada a mí comida, intentando distraerme para no pensar en lo que Emma me dijo, porque sinceramente no soportaría aceptar el hecho de que tiene razón, de que fui una pieza en sus juegos, y que es posible que por ellos toda mí vida se vaya por el caño. No lo logro, no puedo dejar de pensar en como Emma tiró esa bomba encima mío, como puede ser que ese comentario haya podido quedar rebotando tanto tiempo en mí cabeza y me haga ver todo desde una perspectiva distinta. No, no puedo concentrarme, por lo cual me levanto y me encamino a su mesa, con el mero objetivo de hablarle, pero no se como empezar, no se que decir ni que hacer, porque ella y yo no hablamos casi nada en la Arena. Me hace señas para que me siente a su lado, y así lo hago. La miro y me sonríe, yo hago lo mismo, pero al instante bajo la mirada a mi plato de comida. Lo observo como si fuese a escapar de la mesa, mientras muevo mi tenedor alrededor de mi comida, como si tuviese un trauma...

- No te preocupes, lo encontrarán... - Me dice repentinamente, sacándome de mis pensamientos al instante. 

- ¿Qué? - Le pregunto confundida, pude escucharla, pero no analizo la pregunta y lo primero que sale de mí boca es otro interrogante como respuesta.

- Que no te preocupes por Peeta, lo van a encontrar. - Repite y no puedo evitar dibujar una sonrisa en mi cara ante su comentario, pero aún así me quedo confundida. ¿Cómo sabe que estoy preocupada por él? Si, es cierto que estoy nombrándolo prácticamente desde que llegamos al 13, pero también están mí madre y Prim, que no cabe duda de que la están pasando mal. Aunque cabe aclarar que yo soy consciente de que ellas están en el Capitolio y, por alguna extraña razón, se que no les harán daño, porque las usarán en mí contra. Pero Peeta, en cambio, no da señales de vida, y por eso estoy tan preocupada por él.

- ¿Como estás tan segura? - Le pregunto intrigada por su respuesta, me sorprende la confianza y esperanza que tiene Emma ante esta situación, aunque es obvio que no siente lo mismo que yo hacia él. En primera, ella y yo jamás hemos hablado, ni mucho menos ha interactuado con él. No pasó lo que yo pasé a su lado, por lo cual el sentimiento por mí parte es mucho más fuerte, y por último, ellos jamás mostraron ningún tipo de afecto. Todo esto, me hace pensar que, tal vez, Coin envió a Emma a hablar conmigo para hacerme pensar que todo saldrá bien, me permite pensar que, tal vez, tampoco pueda confiar en ella....

- Por varias razones... - Responde - Primero, Coin no se arriesgará a haberte sacado de la Arena con vida para que luego te rehúses a hacer el trabajo por una sola persona. Créeme, intentará encontrarlo, no importa si está vivo o muerto, lo encontrará, en este momento debe estar moviendo cielo y tierra buscándolo. - Me dice y yo pienso que tal vez, Emma no está tan equivocada, y si entiende lo que siento - Segundo, Coin te necesita tanto a ti como a Peeta para completar su objetivo. - Añade - Y tercero, ella sabe que tú eres capaz de tomar venganza contra ella por haberte quitado una de las cosas que mas amas... Yo lo haría. - Me explica y quedo completamente estupefacta ante su respuesta. Esta en lo cierto al cien por ciento... Puedo ver seguridad en su mirada, esta completamente segura de su respuesta, por unos segundos, me hace recordar a Gale. Bajo la mirada con tristeza al recordarlo. - Lo siento... ¿Dije algo que no te gustó? - Me pregunta entristecida, creo que por fin tengo alguien en quien confiar...

- No te preocupes - Contesto mientras niego con la cabeza - No hiciste nada malo, estas en lo cierto, todo lo que dijiste es verdad... Es solo que... - No puedo continuar, suspiro y cierro los ojos con fuerza para decir lo siguiente: - Tuviste la actitud de un viejo amigo... - Respiro hondo otra vez y suelto el aire, para luego intentar sonreír, fracasando en el intento. Emma levanta su mano, la pone en mi espalda y comienza a acariciarla suavemente, tranquilizándome, justo como Gale lo hacía, esto provoca que me ponga aún peor, no aguanto más y entro a llorar. Emma me abraza con fuerza y, por alguna extraña razón, se entristece también...