Voluntarios (Los Juegos del Hambre) [Editando]

Capítulo 32: Comienza el Vasallaje

Este capítulo va dedicado a Moniagonhutcher, que no puedo aclararlo porque Wattpad me pone un cartel de "Error", así que no bien pueda lo hago :D

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P.O.V Katniss

Despierto con Peeta a mí lado, lo que me hace sentir feliz, saber que lo tengo al menos un día mas conmigo, que estará una ultima vez a mi lado, volver a ver su sonrisa al menos una vez más, son pequeñas cosas que siempre logran alegrarme... Me acomodo mejor en la cama y no hago otra cosa más que apreciarlo... Me quedo contemplando solo su rostro, es tan perfecto, sus labios finos, sus pestañas arqueadas de la manera más hermosa, su mandibula tan particular, sus ojos azules, que aunque ahora estén cerrados me enamoran cada día más y están llenos de amor, sinceridad y muchísimas otras virtudes que estoy segura de que ninguna otra persona puede llegar a tener... No puedo evitar sonreír como una idiota al pensar en todo esto, pero esa felicidad que tengo pronto se transforma en tristeza, saber que voy a perderlo en la Arena me llena de angustia, impotencia, rabia, tristeza y todos los malos sentimientos que pueden existir, no aguanto más y me largo a llorar en el silencio más profundo que puede exitir. Antes de emitir algún sonido me retiro de la habitación, ya que Peeta con el más mínimo sollozo que yo haga despierta, y solo lo hace si son mis llantos, no el de otra persona mas que los míos. Me siento y me pongo a llorar en la mesa, buscando contención en mis propias manos, cosa que no voy a encontrar. Pienso en la sonrisa de Peeta y me largo a llorar aún más...

- Lamento que esto te este pasando a ti - Me dice Haymitch, sorprendiéndome y dejándome perpleja. Lentamente dejo de llorar y me tranquilizo.

- Si tan solo pudiese hacer algo para asegurarme que el saldrá con vida... - Le digo y en ese momento me doy cuenta que Haymitch puede ayudarme desde su lugar - ¿Me harías un favor? - Le pregunto secándome las lágrimas de los ojos, el solo asiente.

- Claro preciosa, dime que necesitas y buscaré la manera de ayudarte - Me dice mientras se sienta a mí lado.

- Cuando estemos en la Arena, no te preocupes por mí... Solo... Hazme el favor de enviar lo que Peeta necesite, no importa lo que me pase, solo... Preocúpate por el ¿Sí? - Le ruego y él asiente con la cabeza, pero no me convence. - Haymitch, vi tus Juegos, se que perdiste a alguien muy importante, no dejes que me pase lo mismo - Le ruego, él traga en seco y asiente nuevamente - Haymitch, tienes que prometerlo - Le ordeno y él respira hondo y suelta todo el aire junto.

- Lo prometo, Katniss - Me contesta y yo asiento ligeramente, en señal de agradecimiento.

En ese momento Peeta sale de la habitación en boxers con una toalla colgando en el hombro. Nunca salió así de la habitación solo por respetar a los demás, al parecer ya no le importa lo que los demás piensen de él, ¿Se habrá resignado? Aunque tengo que reconocer que se ve condenadamente sexy de esa manera. Maldita sea, estoy a unas horas de entrar en un Juego suicida, y pienso que mi novio se ve bien solo en ropa interior.

- Hola mi amor - Me dice mientras se acerca a mí para depositarme un suave beso.

- Hola, buenos días - Le contesto intentando sonreír, pero no lo logro.

- ¿Estuviste llorando? - Me pregunta, supongo que nota mis ojos rojos...

- Si - Respondo - Pero ya sabes porque... - Añado y el solo me sonríe delicadamente.

- Espérame aquí, ¿Sí? Quiero hablar contigo - Me dice él y al instante me preocupo y me tenso, pero luego me dedica una sonrisa y me tranquilizo - No te preocupes, no es nada malo, es algo sin importancia - Acota y yo le sonrío.

Peeta se va al baño para ducharse y yo me quedo sola con Haymitch, ni siquiera nos miramos, yo estoy muy pensativa y él está intentando averiguar como nos va a ayudar a Peeta y a mí desde su lugar, o al menos eso es lo que demuestra, ya que se ve muy nervioso... Las cosas no están bien, yo se que Peeta intentará salvarme si estoy en peligro, y ni Haymitch, ni Finnick, ni Johanna, ni nadie podrá evitar eso. Yo también haré lo mismo por él, no me cabe ninguna duda. Faltan solo horas... Horas para volver a la Arena, horas para arriesgar mi vida nuevamente, horas para una muerte segura, horas para un juego en donde el objetivo es "Matar o Morir"... Simplemente, horas para vivir otro infierno. Si los juegos pasados fueron difíciles, estos serán imposibles, seis Profesionales que no dudarán en aliarse, y vaya a.saber Dios que Arena tocará esta vez... Luego de unos diez minutos Peeta termina de ducharse, lo se porque dejo de escuchar el sonido del agua al chocar con el suelo. Él sale del baño y se va a la habitación para cambiarse. Me quedo sentada en la silla, con ambas manos sobre la mesa, contemplando el anillo de compromiso. Vuelvo a escuchar el ruido de la puerta abriéndose, ni siquiera volteo porque se que se trata de él.