Capítulo 17: El Distrito de los Profesionales

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P.O.V Peeta

Haymitch viene a hablar conmigo, otra vez... No me molesta que quiera arreglar las cosas entre Katniss y yo, pero estoy esperando el momento adecuado para hablar... No veo justo el hecho de que Katniss se haya enojado por una estupidez así. Caminamos juntos hasta el otro vagón, justo en el que ella está bañándose. Effie, por su parte, está sentada en una de las mesas, se encuentra más o menos por el medio del vagón... Puedo escuchar el ruido del agua de la ducha que cae en el suelo. Estoy concentrado en ese sonido, me hace recordar el día en el que estaba en la panadería, llovía montones, mi madre me regañaba porque se quemaron unos panes, me pidió que los tire a los cerdos, en ese momento recuerdo que vi a Katniss observando toda la escena. Le arrojé un pan para que lo coma, pero no lo hizo, por lo cual me acerqué a ella, tapándolos con mi campera, charlamos un rato hasta que mi madre salió y me metí adentro. Mis recuerdos se desvanecen cuando Katniss cierra la canilla de la ducha y el agua deja de escucharse. Me doy cuenta que Haymitch y Effie están peleando, otra vez, y se van del vagón. Puedo escuchar a Katniss quejarse.

- ¿Effie, estás ahí? Olvide la toalla que me diste en la mesa - Escucho que ella grita desde el baño. Yo me acerco a la puerta para no ponerme a gritar también.

- Katniss, Effie está peleando con Haymitch, ¿Que necesitas? - Le pregunto tratando de sonar amigable, pero no tanto como para que piense que el enojo desapareció.

- Oh Peeta, la toalla que está en la mesa, es una con un color medio anaranjado, ¿Podrías alcanzármela? Por favor... - Me dice y al instante noto que está nerviosa, le cambia el tono de voz y tartamudea en algunas ocasiones.

- Toma, ¿Es esta? - Le pregunto mientras ella abre la puerta, dejando que se vea su cara empapada, es tan hermosa...

- Si, ¡Perfecto! - La toma y entra al baño otra vez... Ni siquiera me dijo... - Gracias Peeta - Añade desde el baño y yo sonrío, igualmente estoy acostumbrado a escuchar más rápido esas palabras.

- ¡Por nada! - Le grito desde la mitad del vagón.

Tenemos un día libre, y Haymitch me dijo que recorreríamos distintos mercados o algo por el estilo, no lo entendí muy bien, yo supongo que debe estar bromeando porque no podemos bajar del tren, pero no pienso ir si no está mintiéndome, la verdad es que con mi estado de ánimo no puedo hacer nada, solo dormir, y comer. Katniss sale ya vestida del baño, está exactamente igual al día en el que comimos juntos en su casa, exceptuando el saco verde agua que trae puesto. Me deprimo al instante al recordar como jugamos en la cocina, y desvío la mirada para que no me vea.

- ¿No quieres bañarte? - Me pregunta ella un tanto tímida.

- Si, la verdad es que necesito un baño - Le respondo mientras me levanto y me voy, puedo notar que Katniss no camina, esas sandalias que trae puestas hacen mucho ruido al pisar, y no escucho nada, supongo que se habrá quedado quieta, esperando otra reacción de mi parte.

Entro al próximo vagón, bueno, al que ya entre y salí unas diez veces en menos de dos días, busco ropa y me dirijo al baño. Katniss está sentada mirando por la ventana.

P.O.V Katniss

Peeta acaba de entrar a bañarse, lo arruiné, esta vez si que no voy a poder remediar las cosas. Y la verdad es que yo lo merezco, pero Peeta no, el no merece estar así, él es un chico excelente, el chico que toda chica pudiese desear... Es lindo, inteligente, es una gran persona, pero lo mejor de él es que es atento. No es fácil conocer personas atentas hoy en día, y la verdad es que cualquiera me diría "Eres una estupida, ¿Cómo pudiste desperdiciar un chico como este?", y lamentablemente estarían en lo cierto. Estoy completamente sola, la verdad es que con la única persona que quiero estar ahora es con él, puede ser que estemos peleados, pero yo aún así lo sigo queriendo, bueno, en realidad amando. Recuerdo el día que comimos juntos, traía puesto este vestido y estas sandalias, con mi cabello suelto, y cuando Gale llegó, fui a la cocina y Peeta y Prim estaban hablando y riendo como si fuesen amigos de toda la vida. Prim... ¿Cómo estará en este momento? De repente mis ojos se llenan de lágrimas otra vez, recuerdo a Prim corriendo a mis brazos cuando volví de los Juegos, esos días en los que solo tenía 7 años, que soñaba con ser maestra, pintora, arquitecta, estaba repleta de sueños, y no va a poder cumplirlos todos. Peeta sale del baño cambiado, tiene unos jeans, una remera de mangas cortas con cuello en V, un saco que le sienta muy bien y unas zapatillas de color marrón. Al instante seco mis lágrimas, Peeta va a pensar que seguía llorando por él si llega a verme. Se acerca y se sienta en la misma mesa que yo, pero no a mi lado, sino adelante. Yo desvío la mirada con un poco de vergüenza. El saca un pañuelo que tiene guardado en el bolsillo.

Voluntarios (Los Juegos del Hambre) [Editando]Where stories live. Discover now