69. Te necesito

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Advertencia: Este capitulo no esta escrito con fines religiosos, es más bien el punto de vista de Jean mientras se encuentra en coma. Aclaro esto para que no haya mal entendidos, entiendo que cada quien tiene su religión y es muy respetable. Espero que lo disfruten.

Narra Jean

Desperté y me encontraba en un lugar completamente desconocido, estaba confundida y desorientada, no sabía que lugar era éste. Todo estaba desierto y parecía que no tenía salida, solo montones de paredes blancas. Miré hacía abajo y pude observar que tenía puesto un conjunto blanco que jamás había visto en mi vida, esto solo podía significar una cosa.

-¿Hola? ¿Hay alguien aquí?- grité con una voz temblorosa, esto estaba comenzado a asustarme -Hola, ¿hay alguien aqui?

-Jean- dijo un voz.

Voltee de un lado a otro y no había nada, ni un alma aquí, no podía entender que era lo que estaba pasando. Entonces la cabeza comenzó a dolerme, tanto que terminé cayéndome al piso.

-Mírenla que tonta, es una boba, ni siquiera es linda, ella no tiene padres, no es más que una tonta huérfana- montones de voces sonaban en mi cabeza, comentarios que no me hacían más que recordarme mi pasado.

Las voces incrementaba y los comentarios se hacían más ofensivos, entre ellos pude encontrar la voz de Victoria. Su voz chillona y todo lo que me decía tiempo atrás, esos comentarios tan hirientes que me llevaron a hacerme daño... Ya no podía más, debía detener esto.

Coloqué las manos en los oídos y escondí mi cabeza entre los brazos, quería sentirme segura, pero no podía. Las voces se hacían más fuertes, las lagrimas me salían inconscientemente, esto era una tortura. Una maldita y espantosa tortura.

-Basta, ya cállense. CÁLLENSE- grité con desesperación, tenía que hacer que esto terminara.

Las voces se fueron apagando y me quedé tirada en el piso, sollozando como una niña pequeña, sintiéndome sola y vulnerable. Tenía miedo y no podía resistir más, estaba sola.

-Tú jamás estarás sola Jean- dijo una voz femenina, una voz que por más que quisiera negarlo era demasiado familiar.

Saqué mi cabezo de los brazos en donde la tenía escondida y alcé la vista, una mano estaba tendida justo en frente de mi, quería ayudarme. Seguí la mano hasta el rostro de su dueño y entonces ahí estaba ella, tan radiante y hermosa como siempre, era...

-Mamá- exclamé con un grito ahogado. Esto no estaba pasando.

-Hola mi niña hermosa, pero mira que tanto has crecido. Eres preciosa.

Tomó mi mano y me ayudó a levantarme, yo me tambalee de un momento a otro, seguía sin entender como ella estaba aquí.

-¿Pero cómo? Tú estas...

-Muerta.

-Si, estas muerta. Esto no puede estar pasando, a menos que yo tambien lo esté. Estoy muerta.

-¿Qué? No hija. Solo estás inconsciente, básicamente en coma en un cuarto de hospital. Esta es solo una ilusión creada en tu mente.

¿Una ilusión? eso no tenía ni pies ni cabeza. ¿Cómo es qué podía verla?

-Esto no tiene sentido. ¿Cómo es qué tú estás aquí?

-Tú me llamaste, me pediste ayuda. Y tú sabes que yo siempre estaré ahí contigo.

-Pero no es la primera vez que estoy en coma, ¿cómo es qué esta vez puedo verte?- pregunté con desesperación, estaba desesperada y necesitaba respuestas.

Más que solo amigos [EDITANDO]Where stories live. Discover now