62. Más que suficiente

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Advertencia: Jajaja, creo que ya no necesito explicar lo que viene. Disfruten el capítulo.

Narra Jean

Desperté al sentir un roce en mis mejillas, una pequeña caricia que causaba un escalofrió en mi cuerpo, luego unos dulces labios impactaron con los míos haciendo que me despertara al instante.

Mis ojos chocaron con los de Tom, que se encontraba recostado a mi lado mirándome con atención, sonreí con ternura y entrelace mis  dedos con los suyos.

-Hola cariño, ¿Cómo dormiste?

-Increíblemente bien, ¿Y tú?

-Igual ahora que te veo.

Mi rostro se iluminó al escuchar esas hermosas palabras y me pegué más a su cuerpo, recostando mi cabeza en su pecho. Él paso sus dedos por mi cabello y delicadamente comenzó a acariciarlo. Me encantaba cuando hacia eso.

-Por cierto, ¿qué horas son?

-Las 7:00- dijo al tomar su teléfono- ¿Por qué la pregunta?

-Recuerda que tenemos que salir de aquí a las 7:40 para llevar a Paddy y a Beth a la escuela.

Tom soltó un cansado suspiro y se tapó la cara con las manos.

-¿Podrías repetirme por qué nos ofrecimos?

-Porque tu mamá y Kevin nos pidieron el favor, y por supuesto no nos íbamos a negar.

-Pero es lunes- exclamó Tom como niño de cinco años.

-Pero no tenemos nada que hacer. Aun así falta 40 minutos.

-Esta bien- respondió dejando sus quejas atrás- Así que, ¿qué quieres hacer?

Sabia que no era necesario ver el rostro de Tom para adivinar lo que tenia en mente. Una sonrisa se dibujo en mi rostro y al instante lo tomé por sorpresa, dándome la vuelta para quedar justo arriba de él. Colocó sus brazos por debajo de mi espalda y poco a poco fue apretando mi trasero.

Trataba de contener algunos suspiros mientras él recorría mi cuerpo con sus manos. Sabia que eso lo hacia para provocarme, y siendo sincera la mayoría de las veces funcionaba, pero estaba vez no seria tan fácil. Ya que es mi turno de yo provocarlo a él.

Lo mire con una sonrisa maliciosa y lentamente fui subiendo mi blusa, dejando mis pechos descubiertos a la luz, sabiendo que con esto haría que cada parte de su cuerpo se activara. Lo mire directamente a los ojos y en su mirada  había una mezcla de deseo y desesperación, estaba completamente embobado con ellos, y a mi eso me fascinada.

-Ahora dime tú- dije con una voz seductora- ¿Qué quieres hacer con ellos?

Su mirada boba desapareció, mostrándome en sus labios sus perfectos y brillantes dientes. Fue subiendo sus manos hacia mi cintura y la sujeto con fuerza, de un momento a otro me colocó en la cama, quedando él a mi lado.

Con un brazo recargaba su cabeza, mientras el otro dibujaba con los dedos pequeños círculos en la parte baja de mi estomago. Me miro de una forma tan provocativa, que pude sentir como un escalofrió recorría mi cuerpo. Se mordió el labio y fue acercando su rostro más con el mío.

-Todo- respondió justo antes de juntar nuestros labios.

Nuestros movimientos eran desesperados, queríamos tanto el uno del otro, que todo lo demás no importaba. Pase mis manos por su cabello y lo moví de un lado a otro, pegándome más a su cuerpo. 

Poco a poco separo sus labios con los míos y fue bajando su cabeza, trazando una línea con sus labios desde mi cintura hasta mis pechos, justo para detenerse y comenzar a masajearlos con sus manos. Mis ojos se cerraron con fuerza, haciendo que instantáneamente me sujetara de la cabecera. 

Más que solo amigos [EDITANDO]Where stories live. Discover now