Más que solo amigos [EDITANDO]

63. Eres mía

Advertencia: No me hago responsable de traumas o algo parecido. Este es el capitulo más intenso que jamas había escrito, créanme que ni yo se cómo lo hice. JAJAJAJA. Bueno, espero que les guste.

Narra Jean

Abrí la puerta y camine unos cuantos pasos, esperando a que él hiciera algún movimiento, pude escuchar como la puerta se cerraba nuevamente y al instante sus brazos rodearon mi cintura. Me di la vuela y él me recargo en la pared más cercana.

Nuestros labios se encontraron uno con el otro, descargando esa adrenalina que corría por nuestras venas. Pasé mis manos por su larga espalda mientras él las mantenía en mi cintura.

Separó nuestros labios y fue bajando para toparse con mi cuello, comenzó a acariciarlo con sus labios y un suspiro salio de mi, él sabia perfectamente que era mi debilidad.

Después su cabeza fue descendiendo aun más abajo, hasta toparse con el broche de mis pantalones, yo mire con atención cada uno de sus movimientos. Me desabrocho mis pantalones sin previo aviso y los bajo para después aventarlos a un lado de la habitación.

Luego sus dedos comenzaron a jugar con el elástico de mi ropa interior, acariciando mi piel con sus largos dedos, hasta que decidió bajarlos. Al instante pude sentir el aire fresco en mi parte desnuda.

No sabia que planeaba hacer después, pero una parte de mi estaba muy nerviosa. No como la primera vez que lo hicimos, ese día si que estaba temblando como una gelatina. Solo era el nervio de no saber lo que pasara después.

Me mantenía recargada en la pared, con los brazos de cada lado y la mirada al frente, sabia que si bajaba la vista mi nerviosismo crecería aun más. Me concentre en la televisión apagada que estaba justo en el centro de la sala, hasta que sentí un leve tacto en mi entrepierna. Un roce que termino formándose en una caricia.

Aparte la mirada del televisor y la fije en el techo mientras soltaba uno que otro suspiro de placer. Tom con sus dedos masajeaba la parte externa de mi vagina mientras yo no dejaba de gemir. Trataba de controlarme, pero era imposible.

Sentí una ligera presión en el centro y entonces retiro sus dedos. ¿Ya terminó? No entendía porque los había apartado. Hasta que sentí algo húmedo entrando en mi entrepierna.

Ligeramente baje la vista y noté que el rostro de Tom estaba sumido en mi parte baja. Oh Dios mio, lo que estaba sintiendo era su lengua.

-T...Tom- fue lo único que conseguí decir.

Comenzó a moverla con más rapidez mientras yo me moría por dentro. Tomé su cabello y entrelacé mis dedos, haciendo que no parara por nada del mundo.

Me pegué aun más a la pared, moviendo mi cabeza de un lado a otro en una forma desesperada, solté un gemido al sentir sus manos recorrer la parte baja de mi espalda. Mi cuerpo no lo soportaba más, sus caricias y la forma que me hacia sentir, juro que en cualquier momento iba a desmayarme.

Disminuyó el movimiento y poco a poco despego su rostro de mi entrepierna. Solté un suspiro y estoy segura que mi parte baja estaba completamente mojada. Tom se enderezo y me miró con una sonrisa.

-Veo que te gusto- asentí mientras cerraba los labios con fuerza- Me da gusto, ya que apenas es el comienzo.

Me tomó de los muslos e impulsó mi cuerpo hacia arriba, haciendo que yo rodeara su cintura con mis piernas. Me despegó de la pared y comenzó a caminar conmigo entre sus brazos. Me colocó en el borde de la mesa y empezó a besar mi cuello con delicadeza, yo mientras tanto jugaba con el borde de su camisa hasta que decidí quitársela, dejando su perfecto abdomen completamente descubierto.