Plegaria silenciosa a la genética que clama.

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"En nuestro capitulo anterior, luego de una fantástica batalla de coordinación, Serena junto a Ash salieron victoriosos pero a un alto precio. El esfuerzo realizado por Ash hizo que llegara al límite de lo sano y al final de la contienda no pudo hacer más que desmayarse por el dolor intenso que vivió en los segundos finales."

Los ojos del azabache se abrían, era cegado por una resplandeciente luz la cual le obligaba tapar un poco su frente con su mano. ¿Qué había sucedido? Lo último que recordaba es que había librado una batalla difícil junto a Serena. ¡¿Momento!? ¡¿Serena?! Esto lo hizo levantar de golpe y ver donde estaba ella pero para su sorpresa no estaba ni en el salón de concursos o ni siquiera en Ciudad Celeste. Lo único que podía observar era un enorme campo cubierto de flores tal como aquel que visitaron en Kalos.

Caminemos juntos mientras miramos el horizonte frente a nosotros....

Solo déjame escuchar nuevamente tu voz....

Caminemos juntos incluso en esos días de soledad....

El día que no seas capaz de hablar...apóyate en mis hombros y déjame escuchar....

¿De quién era esa voz dulce? Ash podía escuchar ese leve susurro claramente. El viento ahora soplaba fuerte y eso hacía que los pétalos de aquellas bellas flores se elevaran a los cielos. ¿Qué ocurría? En ese instante recordó el enorme dolor que sintió cuando competía con Serena y reviso su torso y para su mayor sorpresa no estaba esa herida mortal en su torso. Todo eso era muy extraño para el joven, no tenía sentido.

Siempre voy a seguir buscando...

A nuestros corazones llenos de emoción...

Incluso cuando hagamos una pequeña desviación.... ¿Verdad?

Escuchaba la suave plegaria a través del viento que le susurraba a su alma. Observo el horizonte por todos sus puntos cardinales pero solo podía observar como ese campo se expandía infinitamente ante su punto de vista. No le quedaba otra opción más que avanzar hacia lo desconocido y decidió tomar el norte con la esperanza de llegar a un lugar.

En su caminata, decidió primero activar su habilidad y su aura se manifestaba en su cuerpo en especial en sus ojos. No había nadie a sus alrededores, estaba solo.

-¡Amigos! ¡Pikachu! ¡Brock! ¡Misty! ¡Serena!- El joven intentaba llamar a los cuatro vientos pero era imposible, no existía respuesta. La situación le inquietaba mucho.

Vamos a continuar nuestro viaje mañana...

Por supuesto tu sonrisa......

Es mi favorita de todas......

Después de un tiempo, el sol brillante y los campos llenos de flores fueron reemplazados por una tempestiva tormenta de nieve el cual hacia que los cielos fueran negros como si la luz del astro rey hubiese sido robada por un ente cruel y despiadado. ¿Qué era todo esto? Ash sentía como el frio recorría su cuerpo y temblaba al sentir la gélida sensación a través de su piel. No tenía opción más que seguir adelante.

Corramos juntos en este inmenso mundo....

Muchas aventuras nos aguardan...

Esa canción persistía en medio de la lúgubre tormenta. La fría ráfaga de viento chocaba contra su cuerpo, sus músculos se entumecían y su visión se hacía borrosa. Lo que solo eran tal vez eran minutos de caminata, parecían ser horas interminables las cuales no parecían tener propósito ni fin. La mirada de Ash perdía vida, frotaba sus hombros con sus manos tratando de calentar su ser pero era inútil. La vida se le estaba escapando poco a poco sin siquiera poder combatir contra esa sensación.

El Reto Máximo: Parte 2 La sombra del Auraحيث تعيش القصص. اكتشف الآن