El Reto Máximo: Parte 2 La sombra del Aura

¡Rumbo a Alola!

El sol hacia su aparición en los cielos que cubrían Pueblo Boceto, como era costumbre mañanera del entrenador de Pueblo Paleta, sus entrenamientos con sus amigos eran su prioridad para no perder forma. Luego del enfrentamiento raro con un Khristophe carente de personalidad y vida, tuvo que regresar a Gigalith para que fuese atendido por el profesor Oak. Su equipo en ese momento estaba compuesto por su inicial del tipo eléctrico, su inicial kalosiano con el cual compartía un lazo de batalla, el orgulloso tipo agua recuerdo de una de sus amigas cercanas, su poderoso y confiable tipo fuego de Kanto, el ave valiente de la región Hoenn y su más reciente incorporación al equipo, Sceptile.

El tipo planta regional de Hoenn causo una gran sorpresa en Greninja al ver que su entrenador tenía dos pokemon de la misma especie que sus rivales del pasado. El lagarto verde observaba al tipo agua y lo analizaba. Al igual que Charizard, escucho por parte de sus compañeros nativos de Kalos lo fuerte que era el ninja y eso le motivaba a probarlo en batalla. Cada pokemon recibió un entrenamiento en Monte Plateado para mejorar características de las cuales habían fallado anteriormente, en su caso particular, la resistencia.

-Tranquilos ustedes dos, les prometo que tendrán acción cuando regresemos a Alola.- Ash y Pikachu intentaban mediar entre los dos pokemon que estaban a punto de saltar a los golpes. El tipo fuego por su parte se metía a la bronca y saludaba a su amigo como era costumbre con un potente lanzallamas a la cara. Los demás solo observaban con cierto nerviosismo el espectáculo con los denominados "pokemon mas fuertes de Ash" por cada uno de sus equipos en cada región. (Infernape, Krookodile también se metían en ese conflicto por lo general en el Rancho del profesor Oak.)

Por su parte, la reina de las performer observaba feliz a su amado entrenar desde el pórtico de su casa, ya incluso se le había hecho costumbre observarlo tal como a veces ella se quedaba ida viéndolo en su viaje en Kalos. Su corazón palpitaba rápidamente al estar tan cerca de Ash, tanto que el tiempo junto a su persona querida se le hacía tan poco, cosa que le parecía injusto. Estaba emocionada ya que en es día, tomarían el vuelo de la tarde para ir a la región Alola. La región donde su persona especial sufrió tanto.

Al conocer las experiencias del azabache en esa región aun hacia que su corazón se comprimiera por todo lo que paso, ella tenía ahora la misión de proteger su sonrisa, una promesa que hizo bajo la lluvia a sí misma y al mismo Ash.

-¡Chicos! ¡La comida esta lista!- La señora Grace con una sonrisa llamaba a los muchachos para comer. Su reacción fue demasiado divertida al ver que el azabache había vuelto de sus viajes para ver a su hija (cosa que no evito que ella pudiese molestarla abiertamente de sus sentimientos cada vez que podía.). Ella siempre supo acerca de los sentimientos de Serena y le alegraba ver que ambos se habían vuelto tan cercanos, no era necesario ni siquiera preguntar si su hija por fin se había confesado, era evidente ante las miradas que ellos dos compartían.

-¡Perfecto! ¡Vamos a comer todos!- La energía del kantoniano inyectaba a todos como era costumbre, la peli miel simplemente le regalaba su mejor sonrisa y tomaba su mano para poder entrar a comer.

El tiempo volaba al pasarlo tan bien, el momento de la despedida llegaba nuevamente para Serena. Grace ya se había acostumbrado al hecho de que su hija fuera una trotamundos al igual que cierta persona que influencio sobre ella. No podía negar que ella no se sintiera orgullosa de su hija, haber cumplido un sueño era una gran hazaña para cualquier persona, eso le recordaba mucho sus épocas como corredora.

En esa semana desde el momento que la retirada corredora de Rhyhorn regreso de su conferencia, fue notificada acerca de la propuesta hecha por Ash para que su hija le acompañara a esa región tropical, ella se sintió sorprendida al ver lo feliz que ella se encontraba, a pesar de haber cumplido mucho, su sonrisa no era tan plena como la que observo durante esa semana que estuvo junto a Ash en pueblo Boceto. Ya ambos entrenadores se encontraban en la salida del pueblo listos para partir hacia una nueva aventura.