Capítulo 35: Pies izquierdos

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Nota: Leer bajo discreción, esto es un desmadre demasiado ilegal. Cuidado con un subidón de azúcar también.

Nos vemos prontito <3. Que la tesis no me consuma las ganas de llenar Wattpad de estas aberraciones literarias! <3. Gracias por leer y ¡Feliz cumpleaños HongBin! Ya eres un año menos ilegal.

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Falling Slowly

Capítulo 35: Pies izquierdos


—¿Lo hiciste tú? —preguntó, sin evitar reír al detallar más el pastel.

—Sí... —confesó con un poco de ese rosa betún tiñendo sus mejillas— En el trabajo, mientras nadie veía.

HongBin se sentó en la cama y se frotó los ojos con los nudillos.

—Gracias... —estaba todavía incrédulo. El abrazo que le envolvió de calor se ofreció en hacérselo más certero— Te juro que ni yo recordaba mi cumpleaños —rio contra su pecho.

—Con tantas cosas... —resopló con pesar— Seré yo el guía turístico para tu cumpleaños, entonces —bromeó— Así que... —le soltó tras estrujar sus mejillas y abultarle los labios como pez— Levántate, hay mucho que hacer.

—¿Hacer de qué? —preguntó extrañado. Al verle levantarse e ir a la cocina a preparar el desayuno se derrumbó en la cama con flojera— Estoy cansado... Compra pizza y veamos películas, ¿sí?

—Ni hablar, muévete o te lo embarro en la cara —amenazó más juguetón de lo usual. Él también tenía ademanes de cajita de Pandora, aunque una ridículamente inofensiva.

—¡Cuánta violencia! —carcajeó con las sábanas sobre la cabeza.

—¿Cuánta violencia, su Majestad? —burló en defensa propia. De un tirón a los tobillos casi lo saca de la cama— ¡Arriba!

—¡Oye no, no empieces! —chilló.

Como un gato saltó sobre él.

—¿Qué si no? —retó con infantil malicia. HongBin ya gritaba y se retorcía de risa previa por las cosquillas que le haría— ¡Espera! Debes soplar —señaló el pequeño pastel a una orilla de la cama, que ya corría peligro inminente.

Se incorporó de codos sin dejar de reír y sopló la velita, para segundos después tomar un poco de crema y embarrársela a él en la cara.

—Ese fue mi deseo —sonrió.

La batalla en la cama resultó en sábanas y pijamas manchadas de betún rosa. Ese desvío de cronograma fue resuelto tras un abundante desayuno con pastel aplastado incluido.

Se alistaron y salieron.

Dijo que tenían que ir al supermercado, aunque el camino no era para nada el que recordaba. No tenía idea de sus intenciones y no se quejó de esa incertidumbre tampoco.

—¿Vamos a otro súper? —preguntó con las manos a los bolsillos. El cielo lucía un inusitado celeste y el sol tibio calentaba sus espaldas— Me gusta donde los Choi, siempre tienen rebajas en la carne y eso.

—Este tiene rebajas en otras cosas —dijo, adelantándose bastante a grandes pasos.

HongBin enarcó la ceja y le siguió.

Caminaron varias cuadras hasta que tras un cruce detuvieron.

—Oye... —empezó a reconocer alrededor. Apresuró el paso, casi que corrió por la pendiente. Detuvo en seco— Esto... —sus labios tiritaron.

Falling Slowly (LeoBin, Neo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora