Hermoso pájaro de verano → jenlisa

Cuadragésima primera parte

Todo el mundo estaba mirando a Jennie y a Lisa, aunque sólo una persona parecía realmente sorprendida de los hechos y ese era el padre de Lisa.

— ¿Lisa? —Musitó el padre, confuso—. ¿Y Jennie?

Nadine pasó su mano por la espalda de su marido y la acarició suavemente. Ella estaba sorprendida, por supuesto, pero sólo porque aquellas imágenes comprobaron lo que ya podía imaginarse.

— ¿Desde cuándo, Lisa?

El presidente se quedó perplejo.

—Ah, ¿pero esto ustedes no lo sabían? Pues entonces seré breve para que puedan hablar de sus asuntos personales —el presidente se aclaró la garganta—. Debido a que la conducta violenta ha ocurrido entre dos regatistas, Manoban y Lee no podrán entrenar hasta el jueves. No les puedo echar de la competición porque por lo que veo son asuntos entre Lee y Kim, pero sí voy a penalizarles. El jueves volverán a entrenar. Y quiero que haya competencia leal entre ustedes el lunes, o si no tendré que tomar otras medidas. Esta es mi decisión.

Las cinco chicas se miraron entre ellas y se levantaron justo después. Sungkyung fue la primero en cruzar la puerta, seguida de Rosé y Jisoo. Jennie y Lisa permanecieron en silencio delante de sus padres, quienes esperaban una explicación por su parte.

El presidente abandonó la sala junto a los otros hombres, añadiendo que deberían marcharse lo antes posible de ahí, pero nadie pareció escucharles.

—Nad, ¿tú lo sabías?

—Estoy casi tan sorprendida como tú, Mark.

— ¿Casi? —Se giró hacia Nadine—. ¿Es que sabías algo de esto?

—No es nada malo, ¿bueno? —Jennie dijo, interrumpiendo a la madre de Lisa y dando un paso al frente.

—Lo sé, tranquila, Jennie. No lo decía por eso... pero... ¿Lisa? Estoy... confundida —suspiró—. ¿Desde cuándo?

— ¿Desde cuándo me gustan las chicas? —Preguntó Lisa—. Me di cuenta, realmente, hace cosa de unos días. Es por eso que lo dejé con Sehun —les miró directamente a los ojos. Su voz temblaba y sus manos sudaban de los nervios—. Se los iba a decir, de verdad que sí... no esperaba que se enteraran así. Pero estoy enamorada de Jennie —levantó la barbilla, enorgulleciéndose de decir eso en voz alta—. Le quiero.

Jennie se atrevió a cogerle de la mano en ese instante y se la apretó cariñosamente. Miró a Lisa con los ojos iluminados y una sonrisa en sus labios.

Soobin estaba observando la escena, sonriente, alegre de saber que su hija estaba feliz. Nadine pensaba exactamente lo mismo —al fin y al cabo, era algo que podía esperarse— mientras que Mark aún continuaba en shock.

— ¿Cómo ha ocurrido todo esto?

—Jennie es la clase de persona... que necesito en mi vida —comenzó a decir Lisa—, esa clase de persona que, no importa en qué situación me encuentre, estará ahí para darme un abrazo y decirme que las cosas van a ir bien. Siento que necesito estar con ella, a todas horas, y que puedo ser yo misma. Era lo que sentía con Sehun al principio... pero supongo que las cosas ya no eran lo mismo. Jennie me hizo ver que estaba viviendo una mentira con él sin ni tan siquiera proponérselo. Ella es... una de esas personas que te alegra, no sólo el día, si no la vida. Y estoy enamorada de ella.

Jennie apretó la mano de Lisa y se acercó para besarle la mejilla suavemente. Justo después, susurró contra su piel.

—Estoy orgullosa de ti —murmuró, y cerró los ojos justo antes de separarse un poco de su mejilla.