Vigésima octava parte

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«Sungkyung está buscándome. Siento no estar ahí. Estoy en mi casa, sabes dónde encontrarme. Espero que hayas tenido un buen día, campeona».

Lisa miró a su alrededor. Se pasó las manos por su cabello y se adentró en el restaurante en busca de algo fresco para beber.

Soobin salió de la cocina al ver a Lisa y ambas se saludaron.

— ¿Cómo estás? ¿Se lo pasaron bien?

Soobin observó cómo Lisa le miraba del mismo modo que Jennie había hecho antes. Tenía la mirada iluminada, y una sonrisa tímida y pícara dibujada en sus labios.

—Muy bien. Uh, ¿has visto a Jennie?

—Sí, me ha dicho que Sungkyung le estaba buscando y está en casa. ¿No te ha enviado un mensaje?

—Sí, sí, pero quería preguntártelo. ¿Estaba bien?

—Sí —asintió con la cabeza—. No tienes que preocuparte. Le he visto muy contenta. Le sabe mal no haberse quedado, pero...

—Lo entiendo perfectamente. ¿Te importaría ponerme un Aquarius? Voy a ver a Jennie ahora mismo.

—Por supuesto.

//

— ¡Lisa!

Lisa tenía en la mano su botella de Aquarius y salía del restaurante en dirección a la casa de Jennie. La voz de Sehun le hizo dar media vuelta.

— ¿Hun? ¿Qué haces aquí?

— ¿Qué hago aquí? Fácil, Lisa. Venir a verte. Soy tu novio, ¿recuerdas? Me importas —él exhaló un suspiro—. Te echo de menos... —le miró y Lisa se mordió el labio. Sabía a qué se refería y se alejó de él, dando un paso hacia atrás—. Desde que Jennie está aquí, no hemos estado juntos más que unas cuantas veces contadas. ¿Por qué me ignoras?

—No te ignoro, Sehun. No tengo tiempo ahora mismo. Tengo que ir a ver a mis hermanos, que están solos en casa.

Era una mentira como una catedral. Sehun lo sabía, por supuesto, porque Nadine estaba en casa con ellos porque no tenía que ir a trabajar.

Se alejó de él rápidamente, cruzando el muelle. Estaba huyendo. Sabía que debía hablar con él, que tenían que mantener una conversación al respecto, pero ahora quería ir a ver a Jennie.

Se situó justo delante de la puerta y, antes de que pudiera llamar al timbre, Jennie la abrió y saltó a los brazos de Lisa en un efusivo abrazo.

—Ya está, ya estoy aquí —susurró Lisa contra sus cabellos.

//

—Eh, Jisoo.

La chica de cabello azabache dio media vuelta para encontrarse con Sungkyung, quien le sonreía mientras se encaminaba a ella. Detrás de Sungkyung estaba Rosé, y Jisoo le reconoció enseguida. ¿Cómo no iba a acordarse de ese cabello dorado, casi rojizo, y esos ojos de color chocolate?

—Hey —frunció el ceño, extrañada de que aquella muchacha le estuviera hablando—. ¿En qué puedo ayudarte?

— ¿Has visto a Jennie? Sé que se ven mucho, son amigas, ¿no?

—Algo así. Uh, bueno, he estado con ella esta mañana, pero me ha dicho que tenía unas cuantas cosas que hacer y se marchó.

—Comprendo.

— ¿Es muy importante?

—Sólo quería hablar con ella de unas cosas. Ya sabes, lo que pasó en el pub y tal. No es nada raro, que conste.

Hermoso pájaro de verano → jenlisaWhere stories live. Discover now