Cuadragésima octava parte

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Jennie pasó la noche en el hospital a pesar de que no querían que lo hiciese. Daba vueltas por los pasillos y había entrado algunas veces a ver a Lisa, esperando que se despertase.

No pasó nada.

Jennie abrió los ojos mientras estaba sentada en esa dichosa butaca. Movió la cabeza para fijar la mirada en Lisa, quien respiraba apaciblemente, pero no se movía.

Se restregó los ojos y se incorporó, estirando sus músculos y mirando por la ventana de la habitación. Hacía un día horrible en Southampton, y Jennie tenía la sensación de que no sería la primera vez que presenciase un día tan malo en ese hospital. Deseó estar equivocada.

Salió de la habitación antes de que alguien pudiera verle ahí y decidió bajar hasta la cafetería, donde se pediría un café, tal vez algo más, cualquier cosa para saciar su hambre.

Le envió un mensaje a Jisoo, diciéndole que aún no se había despertado pero que confiaba que lo haría pronto.

«Estoy segura de que se despertará. Iré al hospital en un rato. Me quedo unos días más en Lymington»

Algo en esas palabras le hizo sentir bien. Tal vez el hecho de saber que Jisoo aún no iba a marcharse a Corea del Sur le hacía feliz —muy feliz, en realidad, porque le encantaba tenerle a su lado como una amiga y gran apoyo. Sin embargo, algo le decía que Jisoo se quedaba en Lymington un par de días porque Rosé probablemente también se quedaría. Sonrió ligeramente al pensar eso.

—Jennie.

Escuchó a alguien decir su nombre detrás de ella, cuando estaba en la cola de la cafetería del hospital. Dio media vuelta al identificar esa voz y se encontró con Sehun, quien estaba delante de ella, con el cabello cayéndole sobre la frente y una expresión de desconcierto brillaba en su cara.

—Sehun —dijo, sin darle mucha importancia, avanzando un poco en la cola. Giró la cabeza, depositando su mirada en la comida, sin querer decirle nada más a Sehun mientras sentía su presencia aún detrás de ella.

— ¿Cómo está Lisa? —Se atrevió a preguntar, algo tímido tal vez, y con la voz temblorosa. Consiguió que Jennie diese media vuelta para mirarlo y ella exhaló un suspiro—. Sé que le has visto.

—Claro que le he visto. He dormido aquí, ¿sabes? —Espetó exasperada—. Y sinceramente, ¿esperas que responda esa pregunta?

— ¿Es que está mal?

—No sólo no sé si está bien o mal ya que aún no se ha despertado, si no que creo que no tienes el derecho de preguntarme después de todo lo que ha pasado —contestó con calma, aunque enfadada. Volvió a avanzar en la cola, girando su cabeza para no volver a mirar a Sehun, pero él continuaba detrás de ella.

—Estoy preocupado, Jennie...

—Me da igual que estés preocupado por ella —exhaló un suspiro, girándose hacia él—. Me da absolutamente igual. Creo que puedo ser egoísta por primera vez en mi vida y decirte que no quiero verte mientras yo esté aquí en el hospital, rondando para ver a Lisa. Me da igual que te preocupes por ella, creo que es un poco tarde. Le engañaste con Sungkyung.

—Y ella me engañó contigo. Lo sé, ¿bueno? Sé que ocurrió.

—Pues sí, lo hizo, pero lo hizo con una única diferencia y déjame que te la diga —hizo una pequeña pausa. Pudo ver a Sehun algo asustado por lo que iba a decirle. Jennie pensó que tal vez era porque sus ojos estaban cansados, quizás algo rojos, de no haber dormido del todo bien, pero le restó importancia—. Tú no quieres a Sungkyung y Lisa sí que me quiere a mí. Por tanto, tú lo hiciste por despecho y ella lo hizo porque realmente quería estar conmigo. Y tú ya no ibas a ser un impedimento.

Hermoso pájaro de verano → jenlisaWhere stories live. Discover now