Vigésima cuarta parte

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"I hope I can confess you everything,

In a way, as I haven't been able

To do it, until now,

With anyone, and I hope that you are

A big support to me."


Lisa sabía a qué se enfrentaba y estaba asustada. Tenía ganas de intentar algo que fuera más allá de unos besos. No significaba que tuviesen que llegar hasta el final, sólo hasta lo mucho que pudieran llegar... pero juntas.

Jennie observó la habitación de Lisa. Tenía un color magenta muy bonito en la pared, y los muebles eran bastante bonitos.

Lisa cerró la puerta y paseó sus dedos desde la mano de Jennie hasta su hombro, suavemente moviendo la mano por su clavícula y cogiéndole de la parte trasera del cuello para atraerla hasta sus labios y besarle.

Nunca se había sentido tan mujer.

A Jennie le gustaba que ella quisiera llevar la iniciativa, a pesar de que era ella quien aún estaba tratando de averiguar qué es lo que pasaba por su cabeza; si realmente le gustaban las chicas o no.

Jennie le sonreía entre besos y paseaba sus manos por su espalda. Sin ni tan siquiera preverlo, se encontró tumbada sobre la cama de Lisa. Le depositaba pequeños besos a lo largo de su cuello, y Lisa reía al notarlos.

Si había algo muy grande que tenían en común era su visión respecto al amor. Tenían que aprender a amarse correctamente jugando. Jugando a abrazarse, a besarse, a no separarse. El amor, al fin y al cabo, se trata de eso, y solo se gana cuando los dos ya ganan individualmente.

Una de las manos de Lisa navegaba por los pechos de Jennie mientras le besaba la mandíbula y Jennie enredaba sus dedos en su cabello. Estiró la cabeza hacia atrás, dándole opción a Lisa de deslizar sus labios por su cuello y rápidamente la apretó contra su cuerpo.

—Lisa —suspiró con los ojos cerrados y una sonrisa en sus labios, bajando sus manos hasta el final de su espalda y apretando sus caderas contra las suyas.

— ¿Hm? —Lisa capturó los labios de Jennie en un beso y se separó un poco—. ¿Pasa algo?

Jennie negó con la cabeza y separó las piernas, dejando que el cuerpo de Lisa reposase entre ellas.

—Para nada —esbozó una sonrisa y le respondió con otro beso, un poco más largo, levantando desde detrás de su sudadera—. Me alegra estar aquí contigo —Lisa levantó las manos y Jennie le quitó la sudadera por arriba—. Y ya tengo ganas de entrar en la universidad solo para venir aquí, tanto si lo nuestro sale bien, como si no.

El torso de Lisa estaba completamente desnudo, ahora solo cubierto con su sostén, y Jennie la admiró desde su posición. Tenerla tan cerca de ese modo sí que le hacía perder el control sobre su cuerpo y rápidamente se incorporó para besarle sobre sus pechos.

—Eres tan encantadora, Kim —sonrió, levantándole la camisa y sacándosela por la cabeza, suspirando a la vez cuando notaba los pequeños besos y mordiscos que Jennie le regalaba a su piel.

Era la primera vez que Lisa veía el torso de Jennie al completo. Se sorprendió al ver que no solo tenía una cicatriz, si no que aún quedaba alguna que otra marca que le recordaban a Jennie su pasado en Seúl. Lisa se inclinó hacia Jennie, tumbándola de nuevo, y besó su clavícula suavemente mientras Jennie paseaba sus manos por sus costados otra vez, cerrando los ojos al sentirle.

Hermoso pájaro de verano → jenlisaWhere stories live. Discover now